Hace ya que comenzaron las vacaciones de los escolares, pero la de los padres no duran tanto y surgen los problemas. Para ponérselo fácil, los vecinos del Distrito Norte cuentan con una escuela donde dejar a sus vástagos a buen recaudo.
Con dibujos, murales y toda clase de actividades bucaneras se ha iniciado esta nueva escuela de verano en el Distrito Norte. La delegada de esta zona y a la vez responsable de Parques y Jardines, Eva Patricia Bueno (PSOE), ha sido la encargada de presentarla sus pormenores a los medios de comunicación.
La escuela de verano Proyecto Brújula 2008, que abrió el primero de julio y concluirá el 12 de septiembre, abarca así todo el periodo vacacional, lo que supone un gran alivio -y gratuito- para las familias que no puedan cuidar las 24 horas de sus hijos o que no puedan llevárselos de vacaciones, y no menos para los jóvenes, que de este modo tienen algo con lo que combatir tantos días de ocio.
El objetivo de esta escuela es conciliar la vida laboral y familiar, además de mejorar la calidad de vida de los vecinos de la zona a través de actividades lúdico-educativas dirigidas a los menores.
Según se ha configurado el proyecto, da cobertura a 82 niños de edades comprendidas entre los 3 y los 12 años, y cuenta con el apoyo de tres monitores y dos coordinadores, que aparte de tutelar las actividades, trabajan con la idea de fomentar entre los chavales valores como la autoestima, el respeto por los demás y por el medio ambiente, el compañerismo...
Para Eva Patricia Bueno, la apertura de la escuela supone todo un logro para este distrito, ya que es la primera escuela de verano de Sevilla organizada con carácter gratuito y que se vale de las instalaciones de un parque, el de Miraflores.
El Proyecto Brújula 2008 ofrece a los menores talleres de juegos, deporte al aire libre, baile, pintura, manualidades, lectura, malabares y apoyo escolar a los niños que lo necesiten para que la vuelta al cole no se les haga tan cuesta arriba. Y Carmen Lora, directora del parque, especifica que los contenidos en los que se centran son artesanales, culturales, medioambientales, educativos y sociales.
La iniciativa no surgió de la nada, sino que había un caldo de cultivo al que el distrito ha sido sensible. En concreto, partió de los SOS lanzados por varias madres, que a final de curso informaron al distrito de que no sabían cómo se las apañarían para trabajar y cuidar de sus hijos.
En torno a esa demanda se pergeñó el referido dispositivo, que brinda prioridad justamente a las familias con problemas para conciliar trabajo e hijos, sobre todo si se trata de niños de familias monoparentales. Y los padres beneficiados bien que lo han agradecido.
