La candidata del PA a la Alcaldía de Sevilla, Pilar Távora, en las escaleras del puente de los Bomberos, en Eduardo Dato. / FOTOS: José Luis Montero
¿Qué balance hace de los mil días de gobierno de Juan Ignacio Zoido que se cumplen esta semana? Zoido ha incumplido más del 70% de su programa. Un ejemplo es que tenía una promesa de construir mil viviendas anuales y no ha hecho ni una. Y las viviendas vacías hay que gestionarlas de alguna manera. Hay que negociar con los bancos y obligarlos a que cumplan con las instituciones. No hay que olvidar que se han salvado con el dinero público. Si el poder lo tienen los bancos, pues apaga y vámonos, ¿para qué sirven entonces las instituciones políticas?
¿Qué le ha parecido el desalojo de la Corrala Utopía? Una ciudad como Sevilla no se puede permitir que se desaloje un domingo a unos vecinos, que les quiten los colchones para que no puedan dormir en la calle
Es atentar contra la dignidad de las personas y los derechos básicos. Ha habido una incapacidad absoluta a la hora de buscar soluciones para ellos y para otros, como las familias de Cerro Amate, cuando hay tantas viviendas vacías. Es una vergüenza.
¿Cree que se podría haber llegado a un acuerdo? Las familias sin recursos para pagar una vivienda deben ser una prioridad. No se han encontrado soluciones porque no se ha querido, tiempo han tenido.
¿Qué nota le darías a las políticas sociales de Zoido? Lo siento mucho pero le doy un rotundo suspenso. En la política de barrios no se ha cumplido nada. Por ejemplo, en El Cerro prometió una obra de bajo presupuesto para un centro cívico en el parque Estoril y no se ha hecho. Su política es decir que todo se va a hacer y luego no hace nada. Del deporte, qué le voy a decir. Un ejemplo: los clubes de piragüismo. Yo estoy en contacto con ellos y es una vergüenza. Un deporte que es un emblema de Sevilla, que puede generar economía turística. Pero les echan de Marqués de Contadero y no les dan un realojo digno. Los tratan como ocupas. El deporte, los barrios, las políticas sociales, la cultura
todo está abandonado por Zoido. Y yo diría que hay incluso un desprecio hacia la cultura. Las pymes están abandonadas y no hay originalidad a la hora de crear empleo.
¿Cómo frenaría el paro? Zoido decía que iba a ser el alcalde del empleo y hay un 16% más de paro en estos tres años en Sevilla. Cerca de 90.000 parados. Con estos datos, el alcalde del empleo casi debería salir todos los días al balcón del Ayuntamiento a pedir perdón. Y hay muchas maneras de fomentar el empleo y el consumo de productos locales. Hay mucho talento. Una de nuestras propuestas es fomentar las artesanías. El complejo de Arte Sacro, que genera 240 millones de euros al año sin ayudas, es un ejemplo. Tenemos que ser referencia en bordados, orfebrería, escultura, cerámica
Sevilla podría ser un faro europeo, un ejemplo de generación de economía social desde nuestros propios valores. Sevilla no puede depender solo del turismo. ¿Quién está pensando en el futuro de Sevilla? Yo creo que solo piensan en 2015, en el día de las elecciones. La ciudad es lo que tiene que interesar a un candidato a la Alcaldía, no su partido. Estoy cansada de la burocracia que impide los cambios.
¿Destacaría algo bueno de estos tres años? Es que con Zoido es difícil. No dudo de que tenga buena intención con la ciudad, no lo pongo en duda, pero posiblemente la gestión no le salió bien. No supo detectar las prioridades. Estuvo mirando a otro lado, quizás porque la ideología te hace mirar para uno u otro lado. Un alcalde de Sevilla no puede mirar qué barrios le votaron y cuál no a la hora de tomar decisiones, y eso sí se está haciendo. Además, Sevilla está sucia. Yo vivo en el Centro, en la plaza de San Marcos, y paso todos los días por la calle Castelar y me da vergüenza. Y no solo por los turistas, sino por los sevillanos. La ciudad ha perdido mucho en eso.
Entre las prioridades de Zoido están, por ejemplo, la SE-35 e Ikea. Los empleos que se generan con estas multinacionales son precarios, son impuestos que no se quedan en la ciudad y negocio que se le quita al comercio local. Por un puñado de empleos precarios no se puede vender una ciudad. Estamos hermanados con ciudades como Buenos Aires, Berlín, Rabat, con Columbia
hay que hacer intercambios culturales. Hay tantas cosas que se pueden hacer y no se hace ninguna. Ese complejo de Hytasa cultural está abandonado, con los teatros cerrados. ¿En qué se piensa?
¿Cree que la SE-35 afecta al parque del Tamarguillo como se ha planteado ante la Comisión Europea? Hay cosas que no le contestaré porque las estamos estudiando. Hablamos con expertos, incluso que no son del partido. Nos queda año y medio y queremos propuestas con sentido, estudiadas y que respondan a un modelo de ciudad. Igual que hay que estudiar el tema del río.
¿Se refiere al dragado que plantea el Puerto? Se tiene y se puede compatibilizar con el respeto al medio ambiente. El río no puede estar para mirarlo desde el puente de Triana.
¿Está de acuerdo con hacer un parking en la Alameda? No nos gustaría que el centro se llene de aparcamientos. Nuestro modelo de ciudad no es ese. Lo bueno del anterior mandato hay que mantenerlo. El metro fue una apuesta andalucista. Si se hubiera hecho cuando los andalucistas querían ahora Sevilla tendría su red de Metro. Con eso no harían falta aparcamientos. Apostamos por una ciudad sostenible. No queremos que la calle Calatrava sea otra calle Baños. No se puede regalar el oído al ciudadano porque lo que quiere uno no es bueno para el otro.
¿Y abriría un centro comercial en la Gavidia? (Risas). Tenemos una cantidad de centros comerciales enormes. El Corte Inglés, Tetuán, Sierpes, la Campana
La Gavidia debería usarse para centro de cooperativas de artesanos de Sevilla. Que el baile flamenco vea al que haga una escultura, al orfebre y al que pinte un cuadro. Falta unir a los artistas y creadores en un lugar de reunión. Eso generaría empleo y economía.
Entonces, tampoco está de acuerdo con el proyecto de Altadis. Creo que los comerciantes del barrio no lo verán con buenos ojos. Los votantes de Los Remedios nos echaron fuera del Ayuntamiento a nosotros, que teníamos dos concejales al 80% del escrutinio. Altadis es un sitio magnífico para otras cosas, como para atraer a jóvenes universitarios de Europa y Latinoamérica. Con albergues u hoteles para actividades que atraigan a población culta, joven o no joven. Que se les ofrezca algo más que un hotel y la Giralda. Los sevillanos tenemos muchas capacidades y, por ejemplo, podríamos dirigir nuestro festival de cine, para el que siempre traen a gente de fuera. Ya está bien, hay que creer en nuestra gente, en nosotros. Como he ejercido poco la política y mucho la he sufrido, hablo desde el lado del sufrimiento. Siempre lo viví como ciudadana y, desde fuera, ves esta sinrazón.
¿Seguiría adelante con la red del metro? Sevilla tiene que terminar su red. Los dineros son lo que son, pero hay que tener un modelo de ciudad.
¿Con iniciativa privada? Si no hay dinero público y la ciudad se va a beneficiar, ¿cuál es el problema? Ningún ciudadano estaría en desacuerdo. Nosotros siempre apostamos por la red de metro y seguimos apostamos.
¿Usted se monta más en la bici o en el metro? Yo como vivo en el centro voy a casi todos los sitios andando. Por eso digo que las aceras y las calles están sucias y mal cuidadas. De todos modos, cogería más el metro que la bici porque como siempre estoy pensando en mil cosas me llevaría a veinte por delante y no me podría presentar a la Alcaldía (entre risas).
Hemos pasado de los presupuestos participativos a la e-democracia, ¿hay participación en los barrios? Los barrios están desatendidos, pero desatendidos. Guarderías, centros de día, rehabilitación de edificios como la fábrica de Vidrio de la Trinidad, el plan de Tres Barrios
se anunciaron y no se ha hecho. Y es que no se les escucha y cuando van allí solo dicen «estamos en ello». Es su frase estrella, «estamos en ello», pero dos meses después nos dicen los vecinos que siguen esperando. Hay que activar los barrios y no solo para que jueguen al dominó. Y la reforma local es ya una aberración. Es volver a la política del franquismo, centralizada.
Hablando de leyes, la electoral les ha hecho mucho daño. ¿Es una lotería tener o no tener concejales? Es una barbaridad que nos cueste a nosotros un concejal tres veces más que al PSOE, por ejemplo. Con casi 17.000 votos no tenemos concejales, y ellos con ese número tienen hasta cuatro por la ley DHondt, pero nosotros no llegamos al cinco por ciento de porcentaje. Que esa ley evite que nuestros votantes tengan representación en el Ayuntamiento es una barbaridad, pero depende de los partidos que gobiernan, PP y PSOE, y ellos no van a hacer nada porque les beneficia.
¿Cómo van a recuperar a los votantes de barrios como Los Remedios o a los andalucistas de la época de Alejandro Rojas Marcos? Queremos recuperar el voto andalucista de Sevilla, no ya por el recuerdo, sino por lo mal que se han hecho las cosas en los últimos ocho años. El andalucismo hizo una gran apuesta por el deporte, por los centros cívicos, por la descentralización de la cultura, por los festivales de cine y la bienal de flamenco, creada por el PA. Hicieron una buena gestión pero no supieron venderla. La foto se la hicieron otros.
¿Por qué llevan dos mandatos sin concejales? Hace tres años que entré en el partido, pero creo que es el partido con más autocrítica y flagelación. No sé por qué nos dejaron de votar, algunos errores se cometerían. Pero no me explico que se castigue durante tanto tiempo y que se olviden cosas cercanas y se recuerden otras lejanas. Alguien hace una labor de reavivar ciertas memorias. Creo que hubo errores y se despistó al electorado en la estrategia. No se sabía dónde estaba situado el partido.
¿A la derecha o a la izquierda? Efectivamente, había ambigüedad y el ciudadano no sabía dónde situarse. El PA es un partido de centro izquierda. Siempre lo ha sido. Nunca se definió de centro derecha ni nunca hizo políticas de derechas, y menos en Sevilla.
¿También le pudieron pasar factura los pactos? Al PA se le acusa de pactar, pero yo vengo ahora de Almonte y allí gobierna el PP con IU, y nadie dice nada. Todos los que no pueden gobernar tienen que pactar. Me da la sensación de que se quiso quitar al andalucismo de en medio y se mintió en el tema del Estado Olímpico. No fue algo solo del Ayuntamiento, también participó la Junta. Y fue la apuesta de una persona que cree en su ciudad y capaz de hacerla candidata a unos juegos olímpicos. Se abandonó, pero fue el PSOE. No querían que Alejandro Rojas Marcos se pusiera la medalla. Tenía mucho peso político. No podemos negar que hemos perdido a uno de los grandes políticos andaluces que hemos tenido.
Quizás el problema estuvo en los sucesores, Ángel Villar y Pilar González, sin tanta fuerza como Rojas Marcos, ¿no cree? Posiblemente. Sí. Más que la gestión, fue el propio partido el que tuvo una mala estrategia. Los mensajes no fueron claros, no tenían esa fuerza política.
Usted es una política vocacional, vive de la televisión, el teatro y el cine. ¿Se ha marcado un límite temporal en la política? No tengo ni quiero vivir de la política, ni pienso estar en política hasta el final. Si conseguimos estar en el Ayuntamiento pelearé esos cuatro años muchísimo, asentaré bases, pero creo que el relevo es bueno. No le voy a decir cuatro años y me voy, siempre seré andalucista, pero hay que irse de la primera línea. Hay mucha gente detrás con fuerza. Que la política sea tu medio de vida es lo más peligroso. Los casos de corrupción y el desapego de los ciudadanos con la política son por eso, porque se ha hecho de ella su medio de vida. Creo que hay que tener poco apego por los sillones, limpiar telarañas, tener las paredes muy limpias y los cajones de cristal. Hay que volver al humanismo en la política. ¿Por qué no se pronuncia la palabra amor en política? La política es entrega. O debe ser.
¿Empieza el rodaje de su nueva película con las europeas? Lo he retrasado hasta julio porque al ser número 1 a las elecciones europeas ya no podía. Me convencieron otra vez y dado que yo me he movido por toda Europa, hablo inglés y conozco otros modelos de ciudad, pues adelante. Y, sobre todo, me animó que otros compañeros de otras capitales, de otros territorios, mostrasen su confianza en mí. Vi unión y confianza, y no queremos que haya unas elecciones en las que no se hable de Andalucía.
Es difícil situar a Andalucía en el debate europeo y son los únicos nacionalistas que se presentan solos, ¿por qué? Hay que defender la Europa de los pueblos. No se puede hacer una ley que afecte igual a Canarias, Cantabria o Andalucía, en agricultura, ganadería
Somos conscientes de lo difícil que es ir solos. Teníamos ofertas de algunas coaliciones interesantes donde el eurodiputado estaba asegurado, pero el mensaje de Andalucía se nos diluía. Estar por estar interesa a los partidos hasta económicamente, pero había que dejar atrás nuestro mensaje. No lo podíamos aceptar.
¿Echarán mano de estrategias como el crowdfunding para lograr financiación para los comicios? Para la Alcaldía sí lo vamos a intentar, para las europeas ya no da tiempo, pero los militantes han sido muy generosos y vamos a estar mucho en la calle. En los medios de comunicación, lo que nos dejan. Pero si hay que subirse a la Giralda con un altavoz, pues estamos dispuestos a todo. Estamos haciendo un esfuerzo digno de elogio, sobre todo en todos los territorios, donde hay una unión que hace mucho que no pasaba en el andalucismo.
