Las Perseidas, conocidas como lágrimas de San Lorenzo, están en su periodo de máxima actividad. Por eso, el observatorio astronómico de Almadén de la Plata ha propuesto fijarse en el cielo hasta el próximo viernes y, para hoy, recomienda esperar a la madrugada.
Más que estrellas fugaces, las Perseidas son partículas de la cola de un cometa que la Tierra encuentra en su órbita cada 12 de agosto, dos días después de la celebración del santo que les da nombre. Hasta el día 15 se podrá ver la lluvia de estrellas y para disfrutar del espectáculo la recomendación del observatorio es sencilla: buscar un lugar alejado de luces brillantes.
Aunque se podrán vislumbrar hasta el viernes, el mejor momento para verlas fue la pasada madrugada, justo cuando la constelación de Perseo estaba en el punto más alto en el horizonte. Hasta 100 estrellas por hora cruzaron el cielo.
Tal acontecimiento astronómico puede contemplarse a simple vista, sin necesidad de prismáticos o telescopios, según explicó Miguel Gilarte, director del observatorio. Los cometas -rocas generalmente formadas por hielo mezclado con polvo y pequeñas piedras- son los causantes de estas lluvias de meteoros.
"Son famosos por sus extensas colas, que pueden llegar a medir millones de kilómetros", explicó Gilarte, "el gran cometa de 1843 batió todos los récords: tenía una cola de más de 300 millones de kilómetros y llegó a brillar 60 veces más que la Luna llena".
El que da origen a las Perseidas es conocido como 109P/Swift-Tuttle, descubierto por Lewis Swift el 16 de julio de 1862 y tres días más tarde por Horace Parnell Tuttle. El cometa volvió a pasar por la Tierra en 1992, aunque se esperaba que lo hubiera hecho 10 años antes. Aquel año se pudieron ver 400 meteoros por hora y desde entonces, aunque todos los años se han podido contemplar los meteoros, el índice ha ido decreciendo.
Se trata de restos de materia que los cometas dejan a lo largo de su órbita en sus sucesivos pasos alrededor del Sol. Cuando cada año la Tierra atraviesa ese rastro de partículas, el polvo entra a gran velocidad en la atmósfera terrestre y se desintegra, dejando ese trazo luminoso característico que recibe el nombre científico de meteoro.
"La Tierra tarda más de una noche en recorrer los restos del Swift-Tuttle y lo hace entre el 17 de julio y el 24 de agosto", indicó Gilarte. Hoy al anochecer será otro de los momentos para verlos, aunque con un inconveniente: "La Luna, que se encontrará entre el cuarto creciente y la luna llena, de modo que deslumbrará en cierta medida la noche", añadió. Para evitarla, lo mejor será esperar hasta la madrugada.
