Un usuario con un smartphone 4G. / EFE
El ubicar los servicios de telefonía 4G en el rango de frecuencias de la TDT solo implica beneficios para el ciudadano. La famosa banda de 800 MHz, donde se desplegará esta tecnología el 1 de enero de 2015, es un rango de frecuencias bajas que supone una mejor calidad de la señal, más estable, un nivel de penetración en los edificios mayor del que hay ahora y cubriría mayor extensión de territorio al viajar más lejos, teniendo, por ejemplo, mas capacidad para dar cobertura rural. Igualmente disfrutaremos de velocidades ultrarrápidas que permitirán innovadores servicios y aplicaciones, aumentando calidad y velocidad en la compartición y descarga de archivos como fotos, música, o contenidos audiovisuales de Alta Definición, además de sacar el máximo partido a los videojuegos online.
Zamora es actualmente el conejillo de indias hasta el 1 de enero, y allí conviven la nueva TDT en su nueva ubicación y el nuevo 4G, así se testearán las conexiones y posibles interferencias que pudieran surgir para que, en 2015, el resto de los españoles no tengamos problemas.
A partir de esa fecha y paulatinamente, las conexiones móviles convencionales 4G irán migrando hacia el nuevo sistema a través de la antena de TV, por el que se recibirán y transmitirán los datos de telefonía e Internet. Una operación que será transparente al usuario.
