Si alguien lo sabe que lo diga. Y me extraña mucho que haya quien tenga datos reales de lo que allí sucede. La última actuación de la Policía Nacional contó con un inconveniente que ha sido reconocido por la propia institución.
Hubo que investigar, durante algún tiempo, sobre el terreno, y no sólo intuyendo lo que había en los ceniceros, como se suele decir. Pero aunque en esta ocasión se encontrara ceniza claramente, se sigue teniendo la sensación de que allí se sigue fumando, y de diversas maneras. El último problema no ha sido sólo la incautación de una serie de armas, sino la constatación de que en el Vacie, se llega hasta a manipular armas compradas en cualquier establecimiento del ramo para introducirlas en el mercado negro.
Y para eso, hay que saber. Vamos, que no lo hace cualquiera. Mientras, seguiremos mirando hacia otro lado, y aguardando a que la Policía prosiga con sus actuaciones periódicas. Pero la sensación que allí hay algo más que un asentamiento, ésa no varía.
