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¿Qué rima con 'autobús'?

Una fenomenal campaña de animación a la lectura ha llenado la flotilla de Tussam de poemas de Antonio Machado e imágenes como la de la fotografía.

el 07 oct 2010 / 21:07 h.

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Pegado en una de las ventanillas de la izquierda, justo por donde miran los que van de pie en el C1, un delicado poema de Antonio Machado se dejaba leer ayer, justo a las dos de la tarde y en el Puente de Los Remedios, por un viajero. Decía así:
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,

Y justo cuando el relato alcanzaba ese trance tan interesante, ¡ahí va!, la barra de la ventanilla impedía seguir leyendo. Sólo más abajo, al cabo de sabe Dios qué fenomenales sucesos de la vida del citado mozo escogido de entre miles por el poeta, asomaba el final de esta parábola de Campos de Castilla:  
Y cuando le vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!

¿No sería aposta esa extraña y frustrante colocación del poema, en vez de un error de dejadez? Seguramente. Porque el lector accidental, inquieto por la prometedora carrera del muchacho, seguro que investigó luego en busca del fragmento que se había perdido. Ésa es la razón de que los versos estuviesen ahí puestos, en una ventanilla de autobús: hacer no ya que la gente lea, sino que se interese por leer. Es una campaña de Tussam, en colaboración con el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), la que ayer producía esa escena, además de imágenes como la que corona esta página: esa simpática ficción de un bus repleto de gente leyendo, en la que participan los propios viajeros aportando sus caras.

Hasta enero próximo, la flotilla de los autobuses urbanos de Sevilla mantendrá esta campaña que tiene, además, otra razón de fondo: este año, Sevilla preside la Red de Ciudades Machadianas (lo cual es abrumadoramente lógico, por otra parte); un circuito integrado por las ciudades que marcaron la vida y la obra del poeta: Baeza, Segovia, Soria, Colliure y aquélla donde nació. Dándose tal circunstancia, el Ayuntamiento se ha propuesto distintas actividades para popularizar la biografía y los versos de Antonio Machado entre el paisanaje autóctono y visitante, una tarea en la que están colaborando otras instituciones como el ya citado ICAS: jornadas, conferencias, exposiciones, representaciones teatrales, concursos, publicaciones y lo que vulgarmente se conoce como la Biblia en pasta.

Original y asequible, pese a los tiempos, esta campaña. La lástima es que no todos los poemas están interrumpidos por las barras de las ventanillas, porque la tentación de buscar lo que falta es, sencillamente, ineludible. La curiosidad hace mucho más que matar gatos.

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