Se murmulla por los pasillos de la Liga que el Sevilla se achanta en los partidos contra los grandes del campeonato léase Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. No es del todo verdad, puesto que el conjunto de Unai Emery ha dado la cara frente a estos equipos, aunque no es menos cierto que casi siempre en Nervión, donde se siente envalentonado por su hinchada. En la pasada Liga le ganó al Madrid en el Sánchez-Pizjuán, empató ante el intratable Atlético en el Calderón y el Barcelona tuvo que apoyarse de nuevo en el colegiado para tumbarle en los dos compromisos del campeonato. Pero sí encierran parte de realismo tales murmullos entre las bambalinas de la Liga. El Sevilla de Emery suele venirse abajo cuando pisa un estadio de solera en una cita importante. Este año se achantó de manera inexcusable en el Calderón, no tuvo opción en Cardiff ante un Madrid sin rodaje y, si tiramos del pasado, no hace falta recordar cómo se desarrolló el partido de la Europa League en Mestalla frente al Valencia. Todas las miradas esta tarde apuntan a Emery. Suya fue la decisión de salir como un equipo pequeño y temeroso ante un Atlético que no había cuajado. Parece que no hay término medio, puesto que hace justo un año se plantaba en el Bernabéu a pecho descubierto y se volvió con siete goles en el maletero. ¿Qué Sevilla se encontrará hoy el Barcelona delante? Nadie lo sabe. Unai ha tenido dos semanas para darle vueltas a la cabeza, por lo que la incertidumbre es supina. Ha recuperado a Reyes, sabe que puede contar con Mbia pese a que sólo se entrenara ayer. Tiene a Gameiro con ganas, a Deulofeu y a Denis con hambre de Camp Nou y es consciente el técnico de que el Barça anda tambaleándose después de varios malos resultados y alguna que otra victoria con apuros. Sabiendo lo que escoció entre la afición y dentro del club su planteamiento frente al Atlético de Madrid, es altamente probable que no se deje mucho artificio de ataque en el banquillo. Bacca parece indiscutible pese a sus compromisos internacionales, y no parece el momento para sacrificar a Denis Suárez por detrás del colombiano. Mbia y Krychowiak no dejan espacio para un Banega que no arranca, pero Aleix Vidal sí que puede cederle el testigo a Deulofeu, el chico de los 60 minutos. Hay problemas en el lateral zurdo: sin Tremoulinas ni Navarro, lesionados, todo hace indicar que Kolo tendrá una nueva prueba de altura. Luis Enrique, por su parte, tiene por vez primera a todos disponibles. Luis Suárez aún no ha marcado y Messi se encuentra medio depresivo, además de que Piqué ha sido llamado al orden y no jugó ante el Celta, el Ajax y el Almería. Mientras Mathieu y Rafinha ya están aptos, Iniesta, que ya se ha entrenado con normalidad, aún no tiene el alta médica, por lo que hasta última hora no se confirmará su concurso. El tridente de ataque sí que está preparado: Neymar, Messi y Luis Suárez.
