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¿Qué significa ser francés hoy?

Sarkozy lanza un controvertido debate sobre la identidad nacional.

el 02 nov 2009 / 21:28 h.

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Un hombre pasea delante de la pirámide del Louvre.

El Gobierno de Nicolás Sarkozy lanzó ayer un controvertido debate sobre "identidad nacional" que invita a todos los ciudadanos a reflexionar sobre lo que significa "ser francés" en la actualidad y cómo integrar mejor a la inmigración. De lo que se trata es de buscar "acciones que permitan afirmar nuestra identidad nacional y reafirmar los valores republicanos y el orgullo de ser francés", señala el comunicado del Ministerio del Interior en el que se anuncia la apertura oficial de un debate que ya ha suscitado todo tipo de reacciones. Su promotor, el ministro del Interior Eric Besson, cree que el hecho de que esta iniciativa haya dado tanto de qué hablar, aunque en muchos casos haya sido para mal, ya es algo positivo.

De hecho, la mayoría de los franceses, un 60%, se declara favorable a este debate, y un 77% es partidario de que se aprenda la Marsellesa, que es el himno nacional, en los colegios. Todos los ciudadanos están invitados a participar en este debate, según la circular, con las instrucciones, que el Ministerio del Interior ha remitido a todas las prefecturas (delegaciones de Gobierno) y subprefecturas, entidades que se encargarán de organizar reuniones abiertas "al conjunto de las fuerzas vivas de la Nación". Desde parlamentarios, representantes sindicales y empresarios, hasta profesores, alumnos y miembros de organizaciones religiosas o patrióticas. Todos podrán plantear sus dudas y propuestas concretas. Quienes no puedan asistir a las reuniones, tienen la opción de participar y aportar su contribución a través de internet, en una página web específica, en la que se plantea directamente la pregunta de: "¿Qué representa ser francés para usted?". El debate deberá concluir el próximo 31 de enero y, unos días después, el 4 de febrero, el propio Besson será el encargado de presentar sus conclusiones públicamente. El ministro, que quiere movilizar a toda la nación, dice que es consciente de que puede recibir desde el apoyo más firme a su propuesta hasta las críticas más virulentas. Hay quienes no lo tienen del todo claro, como el ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, quien expresó ayer sus reservas ante lo que definió como "debates teóricos". "Pienso que los franceses quieren hablar (de ello) pero no hace falta que sea teórico", debe ser abierto, dinámico y vivo, dijo el ministro en declaraciones a la radio France Info.

Desde la oposición se ha denunciado el matiz "electoralista" del debate, teniendo en cuenta que se produce cuando faltan sólo unos meses para las elecciones regionales de marzo de 2010.


Ésa es la opinión generalizada de los socialistas franceses, que además alertan de que puede derivar en una cuestión con tintes xenófobos. Sin embargo, una de las líderes del principal partido de la oposición, la ex candidata presidencial Ségolène Royal, no sólo no teme el debate planteado por el Gobierno sino que insta a la izquierda a que no lo rechace.

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