El sevillismo debe estar feliz por ver el partido que ayer hizo su equipo en el Vicente Calderón. Vale que el resultado pudo ser otro si no llega a ser por alguna pérdida de balón absurda y la manitis de la defensa blanca, pero la afición sevillista vibró anoche con su equipo como no lo hacía hace tiempo y debe estar feliz porque el equipo ha recuperado esa intensidad y competitividad que no mostraba hace tiempo y que tenía a la afición muy mosqueada, desesperada y pensando ya casi en lo peor que se puede uno imaginar en esto del fútbol.
Esto es la Copa del Rey, un torneo al todo o nada que levanta pasiones y que tuvo anoche en vilo a la parroquia de Nervión, que ya estará pensando en el partido del 28 de febrero para devolver toda la hostilidad bien entendida al Atlético de Madrid de la misma manera que las gargantas colchoneras lo hicieron ayer con los sevillistas. Es la salsa del fútbol. Un condimento muy especial que volvió a desplazar a más de 1.500 sevillistas a la capital de España para estar con su equipo en territorio enemigo. Por lo leído anoche en las redes sociales, el Ramón Sánchez-Pizjuán será el estadio de las grandes noches que ha marcado el primer gol para los de casa. No sabemos si los de Unai Emery se llevarán el gato al agua y se plantarán en la final de torneo, pero la afición tiene casi un mes por delante para disfrutar de la previa del partido y soñar con plantarse de nuevo en Europa y levantar el séptimo título de la era moderna. Aunque algo lejano, aún queda el rescoldo de aquellas inolvidables semifinales contra el Schalke y Osasuna que llevaron al Sevilla a la gloria europea. Y el gusto de disfrutar de un partido de vuelta de una semifinal de este nivel ya no lo puede impedir nadie.
Buena parte de todo esta ilusión que ha recuperado el sevillismo la tiene un señor de Hondarribia que es un auténtico loco del fútbol, que responde al nombre de Unai Emery Etxegoien y que a pesar de llevar únicamente 18 días en la capital sevillana ha logrado darle la vuelta a una tortilla que ya se había pegado y empezaba a oler seriamente a quemado. Parece que esto tira para arriba y empieza a tomar velocidad pero no olviden la Liga antes de pegarse el gustazo de la semifinal. Y por cierto, que la disfruten.
