A partir del 1 de julio se liberaliza el mercado de la electricidad en España y el consumidor podrá elegir la compañía de suministro y a qué tipo de tarifa se acoge, si la que seguirá fijando el Gobierno (precios regulados) o aquella que le resulte más barata entre las ofertas presentadas por las propias empresas energéticas.
Este cambio, que trata de incrementar la competencia en el sector y beneficiar al bolsillo doméstico, es en apariencia sencillo, aunque tomar una decisión no lo es tanto, y eso hace temer que, al final, las familias se conformen con lo que tienen, es decir, la eléctrica de siempre y la tarifa máxima que establece Industria.
¿Y si no hago nada?
Si usted decide no buscar ofertas y conformarse con la distribuidora y la tarifa actuales, el 1 de julio el suministro automáticamente será asumido por su compañía. En este caso, y si su potencia contratada es inferior a 10 kilovatios (el dato viene reseñado en cualquier recibo de la luz), podrá seguir acogiéndose al precio máximo que establece el Gobierno (es la llamada Tarifa de Último Recurso, TUR) y que la compañía tiene obligación de aplicarle (nunca por encima, sí puede hacer descuentos).
¿Quién está obligado a buscar ofertas?
En principio, nadie. Eso sí, quienes superen esos 10 kilovatios de potencia contratada quedarán al margen de la citada tarifa máxima y los precios serán puestos por las propias eléctricas. Busque, compare y contrate. De todas formas, el resto de los usuarios, es decir, los que podrían quedarse bajo aquel paraguas de las TUR, también se pueden aventurar a indagar cuáles son las mejores opciones (más baratas) entre las operadoras de su ámbito territorial.
¿Cuál será la tarifa máxima?
Aún no se sabe. A un mes para la liberalización, el Ministerio de Industria no ha publicado el valor de la TUR. Posiblemente se sitúe en torno al precio actual, de 13,71 céntimos por cada kilovatio/hora consumido. Sin embargo, el Ministerio tiene la intención de encarecer la luz antes de que se opere el cambio de modelo. Y la TUR, además, será sometida a revisión semestral (por tanto, caben nuevas subidas, dos por cada año).
¿Y qué ofertas hay?
De momento, ninguna. De hecho, las eléctricas están a la lógica espera de que el Ejecutivo publique las tarifas máximas para concebir sus estrategias comerciales. Aquí cabe un matiz. En estos momentos, sobre los precios máximos las compañías pueden aplicar rebajas, pero éstas son mínimas, pues siguen ejerciendo en sus respectivos territorios un papel de cuasi dominio. Así, el trasvase de clientes entre unas y otras hasta ahora ha sido residual, pese a que es una práctica posible desde hace varios años. Los descuentos no alcanzan siquiera el 2%, indica la organización de consumidores Facua.
¿Y si al final cambio?
Pues antes del 1 de julio, usted deberá comunicarlo a su distribuidora. ¿Cómo? En su casa recibirá una carta en la que se le indicará la forma (se realizará a través del servicio de atención al cliente de la eléctrica). Si antes de esa fecha usted no ha comunicado expresamente a la compañía que quiere cambiar, ésta entenderá que prefiere quedarse con ella y con el sistema oficial de tarificación.
La liberalización, ¿es para todos?
Sí, pero caben excepciones. Así, el Gobierno central ha creado para el sector eléctrico un bono social, cuyos beneficiarios serán quienes tengan contratada una potencia inferior a tres kilovatios en su vivienda habitual, las familias que cuenten con todos sus miembros en paro, los perceptores de pensiones mínimas y, por último, las familias numerosas. Para estos colectivos se congelará el precio de la luz hasta 2012 (aunque la subida prevista en julio sí podría aplicarse). Si su contrato tiene hasta 3 kilovatios, la bonificación se ejecutará de manera inmediata. El resto, en cambio, deberá presentar la documentación acreditativa (que cobra pensión mínima, que su familia es numerosa, etcétera). Permanecerá, asimismo, la tarifa de discriminación horaria que, por ejemplo, permite ahorrar durante la noche. En este último caso, también es el usuario el que debe contratarla de forma expresa con la distribuidora.
¿El 1 de julio es fecha tope para el cambio?
No. Es el final de la regulación pública de las tarifas -a excepción de las de Último Recurso- y el inicio de la liberalización. Usted podrá cambiar de compañía cuando lo desee y, de hecho, las asociaciones de consumidores Facua y OCU recomiendan esperar un poco, aguardar al rodaje inicial del mercado. Entonces será cuando la comparación entre las ofertas de las eléctricas sea más fría.
¿Qué compañía eléctrica tendré?
Las cinco grandes compañías eléctricas -a saber, Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y E.ON- son las únicas que pueden suministrar luz con la tarifa regulada por el Gobierno (han creado filiales específicas para esta actividad), al tiempo que operar en el mercado liberalizado. En cambio, el resto de empresas energéticas -en la misiva que usted reciba en casa vendrá un listado de las que trabajan en su zona- sólo podrá ofrecer sus servicios en el mercado libre, alquilando las redes a aquellas cinco grandes. Se trata de una fórmula similar a la de los operadores virtuales de telefonía móvil.
