-Su empresa surge en plena crisis. ¿Cómo va la experiencia?
-Sí, en octubre de 2008. Entonces éramos dos, ahora más de 40, así que las cosas han ido bien. De hecho, seguimos en expansión.
-¿Con qué objeto nació Wellness Telecom?
-En los inicios, la idea era ser una ingeniería de telecomunicaciones especializada en la prestación de servicios a grandes clientes, pero ahora ha evolucionado a una empresa de nuevas tecnologías de tipo global, aunque la I+D estuvo incorporada desde los inicios. En la actualidad tenemos cinco líneas de trabajo.
-¿Cuáles son?
-La primera se basa en las redes de telecomunicaciones, en lo que era la actividad primigenia de la empresa, algo que realizamos tanto en Andalucía, como en España y en otros países. La segunda surge de la denominada Ciudad Inteligente y Sostenible, que trata de dar soluciones a las ciudades para que sean más eficientes. Una de las líneas de trabajo con la que trabajamos es con la motorización del alumbrado público, para disminuir el consumo. También está el proyecto E-garbage, de basura, que pretende hacer la gestión más eficiente poniendo sensores en los contenedores para avisar a los camiones y así optimizar la ruta. El objetivo es una ciudad más habitable. Estamos en fase piloto con ayuntamientos, aunque no con el de Sevilla, porque aún no le hemos ofertado nada, pero sería interesante.
-¿Y las restantes?
-Por otro lado están las plataformas colaborativas, que son sistemas de software para gestionar la comunicación entre dos partes. A pesar de todos los medios que hay hoy día, muchas veces la comunicación no es eficiente. Una de las aplicaciones es en la relación del Gobierno con los ciudadanos, para ponerlos en contacto. Así, el Gobierno sabe lo que quiere la gente y la sociedad puede proponer ideas en momentos difíciles como la crisis. Esto va a ser una revolución. En Extremadura ya se está utilizando por parte de la Junta. También sirve para poner en contacto a los médicos con los pacientes. La cuarta es salud y ejercicio físico. Wellness trabaja con nuevas tecnologías para favorecer la comunicación con personas mayores o enfermos crónicos a través de videoconferencias entre el médico y el paciente o con la familia utilizando soportes como el iPad. La quinta es la factoría de innovación, para resolver problemas a medida a los clientes. Ahora estamos trabajando con cerca de 10 proyectos tanto a nivel nacional como internacional.
-¿Qué línea de negocio tiene más proyección en el exterior?
-Todas las líneas de negocio tienen proyección internacional. Cuando abrimos, teníamos claro los dos ejes sobre los que se soportaría la empresa: la I+D y la internacionalización. A los dos meses hablamos con Extenda. En febrero tenemos pensado abrir en México D.F. y queremos abrir una segunda sede en Iberoamérica. Ahora mismo la sede central está en Sevilla y tenemos oficinas en Valladolid y Badajoz. En 2011 queremos abrir en Málaga.
-¿Por qué la crisis no le está afectando?
-Por la manera de hacer las cosas. Muchas veces se desaprovecha el talento que hay en Andalucía y aquí hay gente con muchas ganas. En Wellness, casi todo el personal tiene experiencia internacional y estamos aprovechando su talento. Las cosas están difíciles y eso es verdad, pero esperamos tener 20 personas más trabajando en dos meses.
-¿Y los números?
-Hemos dado cifras positivas todos los años. Vamos a acabar el año con más de dos millones de facturación, con lo que multiplicamos por más de cuatro la del año pasado. Ahora mismo la mitad recae sobre la parte de ingeniería, aunque el objetivo es que las cinco estén compensadas y equilibradas. Esperamos que de aquí a tres años la facturación ascienda hasta los 20 millones.
-Aunque le va bien a pesar de la coyuntura, ¿ha tenido problemas en otras cuestiones como la financiación?
-A pesar de ser un proyecto con garantía de éxito, hemos tenido dificultades, aunque bien es cierto que ha habido entidades que nos han apoyado, pero no es tarea fácil.
-¿Qué proyectos está pendiente de desarrollar a corto o medio plazo?
-Queremos abrir una línea interesante de colaboración es con ONG para dar servicio low cost de ingeniería a países emergentes, a través de soluciones económicas tecnológicas que puedan ser útiles para ellos. Queremos desarrollar este proyecto en África y en Iberoamérica. El desembarco en Asia lo plantearemos dentro de dos o tres años.
-¿Tiene mucha competencia?
-Nuestra oferta es diferente a la de cualquier otra empresa porque hacemos una apuesta global, muy diversificada y basada en la innovación. Hay multinacionales que están intentando abarcar todos los campos, pero aún no tienen nada en la calle.
-¿Qué relación mantiene con la Universidad?
-Trabajamos con varios grupos de investigación de la Universidad de Sevilla. Muchos de nuestros trabajadores proceden de ella, ya que la media de edad de la plantilla no supera los 30 años. Buscamos, sobre todo, que tengan experiencia internacional.
Perfil: Formación internacional
David García Ternero estudió Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Sevilla y después continuó con su formación en el Real Instituto Tecnológico de Estocolmo, en Suecia, y en la Universidad de Michigan. Ha pasado con anterioridad por otras empresas relacionadas con el sector, aunque en 2008, junto a otro socio, decidió poner en marcha su propia firma, que aún se encuentra en fase de expansión. En la actualidad, configuran el capital cinco socios trabajadores y otros cinco sólo capitalistas. La mayoría se conoce de experiencias profesionales anteriores y de la Universidad. Tenían la inquietud de hacer cosas, "aunque no esperábamos la crisis", asegura David García que, en cualquier caso, afirma que no ha sido óbice para sacar el proyecto adelante.
