-Green Power es un ejemplo de relación entre empresa y Universidad. ¿Cómo surge?
-Es una spin off que surge de un grupo de investigación que estudiaba la aplicación industrial en ingeniería, sobre todo en temas de renovables. Ese proyecto se fue haciendo cada vez más complejo y necesitaba de un cariz más profesional Fue en ese momento cuando se vio la necesidad de crear una compañía que sirviese de nexo de unión.
-¿En qué año ocurrió eso?
-En 2002. Entonces se hizo evidente que el de las renovables era un mercado en expansión. Llegamos a un acuerdo con la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) por el cual usábamos la Universidad como sitio de trabajo y subcontratábamos la investigación a la de Sevilla. A finales del año siguiente, la empresa mantuvo un negocio continuado de servicios y pudo salir de la Universidad.
-¿Cómo fueron los orígenes?
-Al principio, aunque su objeto era diseñar productos, como tenía capacidad financiera centramos los esfuerzos en servicios de aplicación de tecnologías. En 2003 se encadenaron proyectos que mantuvieron la base de la empresa. Al año siguiente creció y entonces ya la base fueron los diseños de productos. Para su desarrollo necesitábamos de financiación, y accedimos al programa Campus de la Junta, a través de un préstamo de 100.000 euros con interés 0. Gracias a ello y al proyecto Neotex del CDTI lanzamos la compañía.
-¿Cuándo fue el despegue?
-Al año siguiente ejecutamos el proyecto de Vietnam, de eólico diésel, una integración de las dos tecnologías, para suministrar energía a una isla. En 2004 sacamos también los primeros productos de diseño propio. Con ellos, firmamos el primer pedido importante con el fabricante de aerogeneradores Gamesa, de más de un millón, y esto fue el punto de inflexión de la compañía, aunque necesitábamos más capacidad financiera. Al año siguiente desarrollamos otros productos fotovoltaicos, ya que hasta entonces habíamos trabajado sobre todo en energía eólica.
-¿Y su traslado a las instalaciones actuales?
-En 2006 nos vinimos al PIBO para poder abarcar todo lo que se nos venía encima. Empezamos a negociar con capital riesgo, con Invercaria y además seguíamos con más proyectos de I+D (hasta entonces más del 50% de la facturación se dedicaba a este apartado). La verdad es que en este sentido las políticas de Innovación han financiado entre el 30% y el 40% de nuestra actividad porque nos hemos beneficiado de muchos de sus programas. En 2007 entró Invercaria en el consejo de administración y se llevó a cabo la reestructuración. Firmamos con un fabricante para abarcar el sector fotovoltaico. Conseguimos pedidos de mayor volumen de nuestras máquinas y empezamos a desarrollar y comercializar el hueco de tensión para parques eólicos, para adaptarse a los requerimientos de Red Eléctrica. Con ello conseguimos un crecimiento del 300% en 2007.
-¿En qué se traduce todo eso en la actualidad?
-Justo el año pasado el sector fotovoltaico tuvo un fuerte crecimiento y suministramos más de 1.000 máquinas, además de certificar nuestro desarrollo de hueco de tensión. Incorporamos la ejecución llave en mano de plantas fotovoltaicas, también en cubiertas, lo que supuso más del 500% de crecimiento. Todo ello nos ha permitido estar bien en este tiempo a pesar de la crisis. En 2008 alcanzamos los 23 millones de euros de facturación, a estas alturas de 2009 llevamos 15 millones y prevemos superar los 30 a finales de año. Contamos con 105 empleados.
-¿La nueva normativa les afecta?
-Al estar regulada la inversión en las renovables, la rentabilidad funciona a modo de diente de sierra. Hemos planteado un modelo que permite asumir que va a haber diferentes cargas de trabajo. Hemos tomado para ello dos medidas: diversificar en cuanto a desarrollar productos para diferentes sectores y también en el mercado. Otra iniciativa es sacar el proceso de fabricación fuera. Diseñamos y vendemos al cliente, pero el resto lo subcontratamos. Con esto el modelo es inmune a los vaivenes del mercado.
-¿A qué otros mercados se refiere?
-Hemos comenzado a salir fuera este año a Portugal, Italia, Turquía, Marruecos y vamos a dar el salto a Costa Rica y EEUU.
-¿Y en productos? ¿Qué hay en el negocio aeronáutico?
-Empezamos con Airbus para desarrollar sistemas de ventilación de una aeronave. Sabíamos que iba a ser muy difícil. Ahora trabajamos con EADS en sistemas de alimentación para aviones no tripulados. Por ahí es por donde tenemos más posibilidades. Ya tenemos prototipos validados y estamos dando pasos para homologar la tecnología. Es un lugar donde cuesta estar porque requiere del reconocimiento de un sector muy importante. Esperamos estar ahí a medio plazo. Queremos entrar como diseñadores de componentes, no desarrollando el sistema de terceros.
-¿Y en otras áreas?
-En todos los planes del Gobierno se integra el tema de las renovables. La eficiencia energética en el transporte es interesante, así como su integración en red de distribución para mejorar lo distribuido. La investigación en la construcción también es importante. Va a cambiar el modelo y se va a tender a otro más sostenible y ahí van a jugar un importante papel los diseños.
