"Queridos Reyes Magos. Este año sólo pido una cosa: conservar mi puesto de trabajo". Después de tres años de crisis económica, las preferencias de los trabajadores han sufrido un giro de 180 grados porque el temor al desempleo se ha generalizado, hasta el punto de que para la inmensa mayoría de los españoles la principal preocupación es perder su puesto de trabajo.
Una evolución que ha quedado patente en la cuarta encuesta que ha realizado la empresa de trabajo temporal Adecco, en la que se plantea a los empleados cuál sería el mejor regalo que le podría hacer su empresa en tiempos de crisis.
Los mercados actuales se caracterizan por su volatilidad, por el carácter temporal de los contratos laborales. Precisamente, este aspecto es el que más asusta a los trabajadores.
Los encuestados prefieren quedarse como están, antes de adentrarse en una nueva experiencia profesional. En este sondeo han participado mil personas, de las cuales 200 son andaluzas.
La mitad de los andaluces no pediría un cambio de trabajo a sus Majestades de Oriente, frente al 44,8% que aseguró el año pasado que ése sería el mejor regalo. Desde Adecco interpretan este cambio como fruto de la incertidumbre que genera pensar en una nueva alternativa profesional, debido a las malas previsiones que giran en torno a la economía y al mercado laboral español. De hecho, un 26,2% de los encuestados sí que pediría un cambio de trabajo, pero cuando mejore la coyuntura económica.
Por tercer año consecutivo, más del 60% de los entrevistados en la región no cree que vaya a tener una subida de sueldo el próximo año. Día a día, los trabajadores son más conscientes de la situación que atraviesan sus empresas. En concreto, tres de cada cuatro empleados no pedirá a sus jefes un aumento de salario unilateral. De hecho, un 35,3% pediría una subida de sueldo en función de los objetivos de la compañía.
En la carta de este año, los jefes se han librado de convertirse en el objetivo a batir por los empleados. En esta ocasión, solamente un 1,4% de los encuestados solicitaría un cambio de dirigentes. No obstante, el perfil del jefe también ha entrado en un proceso de cambios.
Ahora, éstos se caracterizan por su cercanía y un trato familiar. Entre los buenos propósitos para 2011 destacan: ser mejor compañero o involucrarse más en el trabajo. Por el contrario, las conductas menos valoradas son la humildad y el reconocimiento de errores, un aspecto que le resulta indiferente al 7% de la población encuestada. Buenas intenciones que esperan ser corregidas en el nuevo año.
Mejoras en la formación
Una adecuada formación es una importante baza para afrontar con seguridad las barreras del mercado laboral actual, caracterizado por una alta competitividad. Precisamente, éste es uno de los factores destacados por el 26,6% de los encuestados, que valora que la formación sería el mejor regalo para este año. Otra de las recompensas más apreciadas por los trabajadores es la flexibilidad laboral y el ascenso profesional. Ambos estímulos han descendido con respecto al año pasado.