Ni piercings, ni maquillaje ni ropa de marca. Alumnos, profesores y padres de un centro de Mairena del Aljarafe posan para retar a las apariencias.
Que se sienta desnudo sin esa americana que tanto le gusta y que dice de usted que es un alto ejecutivo significa sólo que es tan humano como el que más. Porque de humanos es querer que los demás admiren a ese personaje que se crea a base de ropa, complementos, peinados, hobbies y actitudes ante la vida y que en muchas ocasiones relega a un segundo plano a la persona que realmente se es. Rescatar a esas personas y reivindicar su valía frente al poder de las apariencias es el objetivo de la exposición fotográfica que se inaugura mañana en el instituto Atenea de Mairena del Aljarafe y que forma parte de un programa educativo más amplio que incluye talleres, jornadas y otras actividades.
Un total de 130 alumnos, profesores, padres y personas vinculadas al centro de una u otra forma han posado ante el objetivo del fotógrafo Daniel Zamora que, durante semanas, ha trabajado con ellos en sesiones fotográficas multitudinarias. "El fin era dejarlos desprovistos de cualquier rasgo de su personaje para captar a la verdadera persona", cuenta Zamora. Y aunque todos los voluntarios se prestaron a posar sólo con una camiseta blanca no ha sido coser y cantar porque ¿imagina a una adolescente sin sus piercings, sus extensiones y su maquillaje o a un profesor sin sus gafas y su maletín? "No es fácil convencer a una chavala de 16 años de que salga en una foto con la cara lavada porque no es lo que ven cuando se miran al espejo", detalla el fotógrafo.
Tampoco los mayores se libraron de sufrir en las sesiones de fotos porque "les costaba mucho estar ahí, frente a la cámara, y no transmitir ningún sentimiento que no saliera directamente del alma".
El fruto de meses de trabajo puede verse desde mañana en esta exposición, que se titula Identidad, las imágenes de las personas y que, entre otras muchas cosas, ha conseguido reunir a varias generaciones de alumnos del centro. "Tanto los profesores como yo estábamos temerosos de que el resultado final fuera un choque para ellos", explica Zamora. Sin embargo, asegura, "la mayoría se ha reconocido en sus miradas y creo que hemos cumplido el objetivo de que se entiendan más a ellos mismos que al personaje que han creado".
El proyecto en el que se enmarca esta exposición nació a finales del curso pasado en el seno del Atenea. Lo que se denominó Identidad es una apuesta del centro educativo por "tener una especie de imagen de marca y un sello de personalidad" en el que todos los que lo forman pudieran sentirse parte del mismo. Pero, desde el principio, su objetivo fue más ambicioso y pasa por trabajar la autoestima entre los adolescentes, fomentar la mediación ante la resolución de conflictos o normalizar la convivencia con otras razas y culturas. Por eso, ya se trabaja en talleres de imagen personal, teatro y máscaras, fotografía o autoestima, relaciones de pareja y violencia de género.
De humanos es también tender a juzgar a los demás por su apariencia. Con esta exposición 130 hombres, mujeres y niños de todas las edades y sin más artificios que su físico le proponen el reto de adivinar quién es quién en el Atenea. ¿Se atreve?
