El paso de los años se refleja en los elementos de la Plaza de España. Azulejos y remates brillan en gran parte de la plaza por su ausencia, sobre todo en los bancos de las provincias. Aunque para los turistas el monumento de Aníbal González es fascinante, los ciudadanos aseguran que la falta de vigilancia y el descuido desde que culminaran las obras de restauración hace dos años están deteriorando la imagen de la plaza. Eso sí, sin eludir que el grado de responsabilidad es, sin duda, de los vándalos de siempre.
El Partido Andalucista (PA) se sumó ayer a las protestas, reclamando al Ayuntamiento las medidas de seguridad "pertinentes para frenar el deterioro actual". Pero la queja viene de antes, de los vendedores de los tenderetes que están a los pies del monumento, que afirman que el material con el que se rehabilitó es de "quinta categoría". Tan solo con rascar un poco los ladrillos de las farolas pierden su consistencia. Al hilo de ello, la presidenta del PA, Lola Dávila, aseguró que si se sigue dejando "a su suerte" el mantenimiento y la seguridad de "nada servirá la restauración millonaria de la Plaza de España" que culminó hace un par de años.
Aunque varios elementos presentan desperfectos, para muchos turistas que visitan por segunda vez la obra de Aníbal González cree que ha mejorado mucho. La vecina de Barcelona Elena Suárez está asombrada con el cambio que dado desde hace tres años. Según Suárez, la anterior vez "la plaza no tenía agua en el río y muchos azulejos de los puentes faltaban".
Varias de esas bancadas que representan a las provincias de España no pueden entenderse por falta de azulejos o porque están deteriorados por el tiempo. Este es el caso del dedicado a Segovia: parte del arco está incompleto por la falta de azulejos. O la placa que conmemora en la loza de Badajoz la conquista de la provincia extremeña, que al estar desconchadas dificultan su lectura. Y gran parte de los anaqueles que coronan las torres de las provincias han perdido sus remates.
La falta de vigilancia, que el Ayuntamiento retiró hace un año es la causa, según los trabajadores, de que la plaza presente un aspecto descuidado. Una imagen que no está dañada solo en los elementos destrozados, sino también en la suciedad que presenta la ría por donde pasan los barcos con los turistas. Ante estos desperfectos, los andalucistas creen que el Ayuntamiento debería tomar medidas que "garanticen la integridad de la plaza y su conservación para que el paso del tiempo no se deje ver en sus estructuras y su azulejería". En este sentido, tanto el PA como los sevillanos que transitan por la zona coinciden en que sería más económico realizar una intervención rutinaria en la plaza antes que el Consistorio deba invertir gran cantidad de millones para limpiarle la cara a la Plaza de España, sobre todo cuando hace unos días se supo que querían reconvertirla como gran referente cultural.
Aunque los desperfectos del patrimonio son los que más dañan la imagen de la ciudad de cara al turista, para los trabajadores existe un problema "más grave": la ausencia de baños. Aunque sí hay dentro del parque, justo a los pies de la plaza, los cocheros, el quiosquero y los vendedores creen que carecer de un servicio como ese en un lugar por donde pasan más de mil turistas al día es "lastimoso". Muchos de los visitantes no pueden llegar al bar más cercano. Su única alternativa acaba siendo en los árbones del entorno. Según los cocheros, tener baños como los de la Plaza de España son un lujo, “sobre todo por la millonada que costaron”, pero al no haber una empresa que gestione su uso, estos “están cerrados a cal y canto”.
