No tiene sentido que los festivales de verano, que ya están otra vez aquí, coincidan tantos en un mismo día y en una misma comarca, en algunos casos. Por poner un ejemplo, el día 26 de julio se celebrarán el de Morón, el de El Coronil, el de Montellano y el de Marchena. ¿Y qué pasa con el día 25? Descanso del personal. Naturalmente, los perjudicados son los festivales más modestos, como el de Montellano, el único que está dedicado a los nuevos valores. La Diputación y la Federación de Peñas de Sevilla deberían sentarse a hablar para intentar arreglar esto, porque los festivales de los pueblos son tan importantes que no entenderíamos la canícula sin ellos. ¿Sería mucho pedir que las diputaciones andaluzas crearan un departamento desde el que se regule este asunto, que preste asesoramiento y toda clase de apoyos a los festivales? Creo que sí. Pero hay que seguir pidiéndolo.