Decepcionante y, además, preocupante. Así puede calificarse la primera vuelta del Sevilla 2012/13, situado a 9 puntos de los puestos europeos y a 6 del descenso, con la posibilidad de quedar a sólo 5 si el Granada puntúa hoy en Getafe. Los números hablan por sí solos, pero también las sensaciones. El triunfo ante Osasuna tras el parón navideño puso fin a una racha de cinco jornadas sin vencer, aunque al final se ha quedado en algo anécdotico. Si el Sevilla dio una pobre imagen con sus futbolistas menos habituales ante el Mallorca -también plagado de suplentes- en Copa, frente al Valencia volvió a mostrar una impotencia absoluta. Por ello, los 22 puntos al cierre de la primera vuelta obligan a plantear una pregunta: ¿El objetivo debe seguir siendo una plaza en competición continental o, por el contrario, amarrar la permanencia?
La situación es delicada a tenor de la incertidumbre que rodea al equipo pero también porque el Sevilla como entidad tampoco vive precisamente días de vino y rosas.
Regreso al año 2003. Para encontrar una cifra de puntos tan pobre como la actual hay que remontarse a la temporada 2002/03, primera de la era Del Nido. Por aquel entonces, el equipo que entrenaba Joaquín Caparrós llegó al ecuador liguero con 22 puntos ocupando el 14º puesto de la clasificación, a 8 de Europa y a sólo 2 del descenso. Al final quedó 10º, lejos del peligro y a 5 puntos de la UEFA.
Este precedente podría servir para todo aquel que quiera ponerse una venda en los ojos, pero no si se tiene en cuenta que en aquellos tiempos el presupuesto rondaba los 26 millones de euros y en la presente campaña, según se reflejó en la pasada Junta General de Accionistas, se sitúa en torno a los 75 millones. O lo que es lo mismo: deportivamente, el equipo -que, como entonces, tampoco disputa competición continental- ha retrocedido diez años... con el agravante de que el presupuesto actual triplica al de aquella temporada 2002/03.
La historia avisa. En los 47 últimos años, el Sevilla sólo empeoró el actual registro de 22 puntos en dos ocasiones: temporadas 96/97 y 99/00. Aparte de éstas, que desembocaron en sendos descensos, sólo en otras cinco se sumaron -con el anterior sistema de puntuación- menos de los 16 que equivaldrían a los actuales 22. El peor registro son los 10 puntos (3 victorias, 4 empates y 12 derrotas) de la 67/68, otra que terminó en descenso.
La inversión, agotada. El Sevilla fue uno de los clubes que más invirtieron en refuerzos el pasado verano: cerca de 13 millones de euros para incorporar a Diego López, Kondogbia, Botía, Cicinho y Javi Hervás, sin olvidar que también llegaron Maduro y Bryan Rabello, ambos con la carta de libertad. Pese a ello, el esfuerzo no se traduce en resultados. Hace unas fechas, y aunque se dijo por activa y por pasiva que no llegaría nadie, aterrizó Stevanovic. Tal y como están las cosas, ni que decir tiene que cualquier nuevo refuerzo sería bienvenido... siempre y cuando aporte algo.
El problema es que la situación económica es delicada. El club, según se hizo constar en la pasada Junta General, adeuda 31,6 millones al plantel y en los próximos meses tendrá que afrontar pagos de hasta 62 millones por diferentes conceptos. Ante este panorama, vender es una solución, aunque habrá que ver quién es el valiente que, por ejemplo, decide traspasar a Negredo, el futbolista que marca los goles.
Y todo ello con Míchel contra las cuerdas en vista de que la confianza de José María del Nido y Monchi no se traduce en buenos resultados. Así que... o todo el mundo se pone las pilas rápido, o esto puede acabar mal.
