La número 1 de la última promoción de policías locales de Andalucía, Azahara Álvarez, saluda al alcalde. Lo que más me gusta como policía es el tráfico y los distritos guerrilleros. Quiero estar en la calle, porque tengo 28 años y la oficina no quiero ni pisarla, afirma rotunda Azahara Álvarez, la mejor alumna de los 86 que forman la última promoción andaluza de policías locales. Ha tenido suerte porque irá al distrito Cerro Amate, que engloba barrios tradicionalmente complicados como los Pajaritos o Madre de Dios, hasta que en septiembre reciba su destino definitivo en la Policía Local de Sevilla. Azahara, sevillana de Sevilla Este, estudió Magisterio en la especialidad de Educación Física para tener algo, pero siempre tuvo clara su aspiración, porque lo mío es vocacional, insiste. Su padre era policía nacional y falleció cuando ella tenía 15 años y había pasado la infancia escuchando historias sobre la labor policial. En cuanto cumplió los 18 años se informó sobre las competencias de la Policía Nacional, la Local y la Guardia Civil y decidió que el cuerpo municipal era el que más le interesaba: Porque tiene en exclusiva las competencias del tráfico y comparte con la Policía Nacional las de Seguridad Ciudadana; que creo que son las que más ayudan al ciudadano. Pasó cuatro años estudiando las oposiciones hasta ingresar en la academia policial. La joven, aficionada al deporte a muchos: fútbol, natación, body combat, defensa personal... asegura que durante su formación en la Escuela de Seguridad Pública ha descubierto que se le da bien el tiro, aunque espera no tener que usar el arma nunca. Y en las prácticas que durante cuatro meses ha realizado en la Policía Local, rotando por distintas unidades, se ha empapado del trato con sus compañeros y de experiencias como un caso de violencia de género que se produjo en plena calle, en la Macarena, en el que la víctima, una joven de 17 años que estaba embarazada, sólo hablaba conmigo porque era la única mujer y debió de sentirse más segura. Porque aunque Azahara asegura no haber notado distinción por parte de sus compañeros, en la promoción sólo ha habido ocho mujeres entre los 86 alumnos. Soltera, la mayor de tres hermanos y de trato resuelto, ayer aseguraba con sonrisa permanente que espera llegar lejos en la profesión porque va con su carácter, aunque paso a paso. La joven tomó posesión ayer de su plaza dentro de una promoción de 102 policías locales que acaban de incorporarse a Sevilla, sumando un total de unos 1.150 agentes. Es la primera incorporación de policías desde 2007, y fue promovida por el anterior Gobierno PSOE-IU, al filo de las elecciones municipales que auparon al PP al Consistorio. La promoción está formada por 77 policías que acaban de terminar su formación y 25 que se incorporan a Sevilla desde otros destinos. Además, ayer tomaron posesión de sus nuevos cargos 16 agentes que han ascendido. En un acto formal en Fibes, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, los animó a trabajar con dedicación, amor al cuerpo y vocación de servicio al ciudadano, tras un emotivo recuerdo al policía Manuel García Rodríguez, fallecido la semana pasada cuando estaba a punto de jubilarse tras una vida de servicio en la Policía Local.