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Quince años pasados por agua

Bajo la lluvia y en familia. El mal tiempo no impidió que el Parque del Alamillo soplara ayer sus 15 velas. Hubo tarta, música, talleres infantiles y hasta una exposición de trenes de jardín para celebrar el XV aniversario de un recinto que recibe más de un millón de visitantes al año. Foto: A.Acedo.

el 15 sep 2009 / 16:40 h.

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Bajo la lluvia y en familia. El mal tiempo no impidió que el Parque del Alamillo soplara ayer sus 15 velas. Hubo tarta, música, talleres infantiles y hasta una exposición de trenes de jardín para celebrar el XV aniversario de un recinto que recibe más de un millón de visitantes al año.

El cumpleaños del Parque del Alamillo tendió un pulso a la lluviosa mañana, que contó con escaso público debido a las inclemencias climáticas. Pese al constante aguacero, la dirección del parque mantuvo el programa de actos con motivo de su decimoquinto aniversario. A cubierto, en los porches del Cortijo, se pudieron escuchar las primeras notas musicales una hora antes del mediodía.

Al ritmo de las gaitas (y con la lluvia de telón de fondo) se abría la tradicional Romería de Lar Gallego de Sevilla. Y es que al aniversario se unía el Día de Galicia, según apuntó el director del parque, Adolfo Fernández. Los sonidos gallegos dieron paso al acto central del cumpleaños: el reparto de los más de 250 kilos de tarta para endulzar los paladares de los visitantes.

Pastel para los presos . Los miembros de la Asociación Amigos del Parque del Alamillo y Riberas de Guadalquivir distribuyeron el pastel entre los asistentes, en su mayoría personal del parque y algunos vecinos asiduos que, paraguas en mano y enfundados en el chubasquero plantaron cara al agua.

El reducido público posibilitó que los más golosos pudieran repetir plato, aunque un piso entero de la tarta fue a parar a las celdas de la cárcel de Sevilla. "Hemos tenido que repartir el pastel sobrante, que era un buen tanto, entre los internos de la cárcel de Sevilla", explicaba ayer el director del Parque del Alamillo, que se mostró satisfecho por el cumpleaños, que calificó de "emotivo" y "familiar".

Con la venia del agua -a ratos arreciaba la lluvia- y el estómago lleno, los pocos niños que se atrevieron a llegar al parque pudieron participar en varios talleres infantiles. Así los menores echaron la mañana creando portafotos y broches. Algunos se enrolaron en el desafiante pasacalles que recorrió el recinto, animando a celebrar los 15 años de vida del Alamillo. Para captar adeptos se echó mano de los juegos de malabares, pinturas y hasta de globoflexia.

El agua tampoco pudo con la actuación musical del cuarteto de la Joven Orquesta Sinfónica del Aljarafe, que interpretó piezas clásicas y bandas sonoras de las películas más importantes de la historia del celuloide. De cine resultó el encuentro de trenes de jardín en el Alamillo, organizado por la Asociación Sevillana Amigos del Ferrocarril y que reunió a coleccionistas de Canarias, Barcelona, Jerez de la Frontera o Huelva, entre otras procedencias.

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