Las relaciones España-Marruecos atraviesan momentos críticos. La Cámara de Representantes (Cámara Baja) del Parlamento marroquí instó ayer al Gobierno de su país a "proceder a una revisión global de las relaciones de Marruecos con España", según un comunicado difundido anoche tras una sesión plenaria.
La petición llega como respuesta a la moción aprobada el jueves por el Congreso de los Diputados español , en la que se pidió al Ejecutivo de España que condene "los incidentes violentos" ocurridos durante el desalojo el mes pasado del campamento saharaui de El Aaiún , aunque sin hacer mención a Marruecos.
En su texto, la Cámara de Representantes marroquí "apela encarecidamente al Gobierno a proceder, en el plazo más breve, a una revisión y una revaluación global de las relaciones marroquí-españolas". Esta revisión deberá realizarse, según el documento, "con el conjunto de las instituciones a los niveles político, económico, de seguridad, social y cultural", según concluyeron los partidos con representación en el Parlamento, que dedicaron ayer una sesión plenaria a debatir sobre la posición española respecto al Sáhara.
Además, un diputado marroquí aseguró a la edición digital del diario El Mundo que la Cámara marroquí también reclamó a su Gobierno que se reabra el "dossier" de Ceuta y Melilla y las islas adyacentes, como Perejil.
El Ejecutivo de Marruecos ya anunció el jueves, a través de su portavoz, Jalid Naciri, que "las circunstancias requieren una revaluación del conjunto de sus relaciones con España en todos los ámbitos", si bien no llegó a precisar en qué podría traducirse esa revisión. Según el portavoz, los partidos españoles que votaron a favor de la resolución están movidos por "viejos complejos hacia Marruecos" y utilizan las diferencias con el reino alauí para sacar rédito electoral.
Mientras, desde España, el Gobierno pidió ayer a Rabat reconsiderar su malestar por la moción del Congreso y hacer un esfuerzo para recuperar la confianza desde el "respeto", con el fin de no dañar la cooperación fraguada durante los últimos años.
El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, trasladaron este mensaje a las autoridades marroquíes después de su decisión de revisar la relación bilateral en todos los ámbitos.
El embajador de España en Rabat, Alberto Navarro, ofreció ayer las explicaciones al ministro de Exteriores marroquí, Taib Fassi Fihri, horas después de conocerse la medida de revaluar la relación entre ambos países.
Trinidad Jiménez, que acompaña a los Reyes en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata (Argentina), trató de restar importancia a la crisis y se mostró convencida de que las aguas volverán a su cauce desde el "diálogo respetuoso". "Más allá de las fricciones verbales, le puedo asegurar que la relación con Marruecos es fluida y la estamos gestionando con toda normalidad desde el Gobierno", afirmó Jiménez ante una pregunta sobre si el Gobierno pedirá al Rey que intervenga y dejando entrever que por ahora no es precisa esa intercesión ante Mohamed VI.
Marruecos envió a su ex embajador en España Omar Azziman como observador a Mar del Plata, pero no hay por el momento ningún encuentro.
