El capataz del misterio de PinoMontano durante la primera levantá de este ensayo solidario. Foto: J.M. Espino (Atese)
No es usual ver una parihuela de ensayo por la calle en diciembre. Tampoco que las vigas de hormigón que simulan el peso real se sustituyan por cajas de leche, paquetes de legumbres o pañales, entre otros alimentos, que iban entregando los vecinos. La imagen se vio ayer por la mañana en el barrio de Pino Montano. La cofradía del Viernes de Dolores organizó un ensayo solidario para tender la mano durante estas fechas navideñas una vez más, pues son continuas las obras sociales a las 160 familias de la feligresía que lo están pasando mal por la actual crisis.
Durante cuatro horas las andas del misterio recorrieron varias calles bajo el lema Échame kilos. En la mente, alcanzar los 1.750 kilos del paso en alimentos. Ahora mismo todo lo que hagamos es para caridad, que hace más falta que la hermandad, explicó convencido el hermano mayor, Ramón Borreguero, quien añadió que el lote que se pille irá para Cáritas parroquial, una de las más demandadas de la capital junto a la del Polígono Sur.
Precisamente, el diputado de Cáritas en la hermandad, José Antonio Adame, destacaba cómo había cambiado perfil del desfavorecido en los últimos años: Antes eran inmigrantes, ahora son parejas jóvenes del barrio que no tienen ni para pagar la luz. Una situación extrema que llevó al equipo de capataces y costaleros de la corporación a apostar por este singular formato en sustitución a la tradicional operación carretilla: Lo pensamos este verano en Matalascañas. Todos lo vieron bien y aquí estamos, con la música y todo, subrayó Jorge Hernández, capataz del misterio, para quien el de ayer fue el primer ensayo en serio, con falta incluida.
