Que el mundo del fútbol da cobijo, desgraciadamente, a los vándalos es algo sabido por todos, aunque no por ello dejan de sorprender incidentes como el protagonizado este jueves por un grupo de radicales sevillistas. Fue, además, a las puertas del estadio Benito Villamarín y sin tan siquiera haber un partido de fútbol por medio. La muestra más clara de que estamos hablando de vándalos y no de personas normales.
Los hechos ocurrieron así, según han relatado testigos presenciales a este periódico:
En torno a las 14.30 horas, un grupo formado por unos quince aficionados radicales sevillistas que ocupaban tres vehículos se apostaron en las inmediaciones de la puerta de cristales del Benito Villamarín con el fin de agredir a varios hinchas béticos que se encontraban preparando un tifo para el partido ante el Rayo Vallecano de este sábado.
Ante la amenaza de una pelea inminente, los aficionados del conjunto heliopolitano se refugiaron en el interior del estadio para evitar males mayores. Efectivos policiales, según fuentes consultadas, se personaron posteriormente en la zona, aunque los radicales, que portaban objetos punzantes e incluso algunos bates de beisbol, ya se habían retirado a toda prisa.
Ante esto, surgen algunos interrogantes: ¿Quiénes eran esos radicales que llegaron al Villamarín armados? Todas las miradas se han dirigido a los biris, aunque no hay constancia de que los vándalos que se acercaron al estadio del Betis con ganas de pelea fueran integrantes de esta peña. Lo que no tiene discusión es que eran radicales sevillistas. Los biris han negado ya, por medio de un comunicado, cualquier implicación en lo ocurrido.
CÁMARAS DE VÍDEO. A la espera de ver el recorrido que tiene este asunto, las cámaras de seguridad del Benito Villamarín podrían servir para identificar a este grupo de seguidores que se plantó en sus puertas con intenciones poco amigables. Por medio de las cámaras se podría desvelar su identidad y poner algo de luz a este lamentable incidente.
