Flamenco y mucho arte el que hubo la noche de ayer en la II Gala Temple y Pureza, organizada por Radiolé con motivo del 28-F. El festival, puesto en marcha por el programa Temple y Pureza,logró reunir ayer en la Sala Joaquín Turina de Cajasol a más de 400 personas, que llenó el aforo. No en vano, las entradas gratuitas para acudir al evento se agotaron la semana pasada a la hora se sacarlas a la luz.
"Buena y flamencas noches", arrancaba, como cada noche, la comunicadora Tere Peña, presentadora también del espacio que pone flamencas las noches de Radiolé para toda España, y en esta ocasión no iba a ser menos. El flamenco está más vivo que nunca, como bien recordó Peña, tras la declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de este arte el pasado año. Para celebrarlo y, con motivo de los actos que la Cadena SER tiene previstos como homenaje al Día de Andalucía, este es el segundo año que organiza esta gala.
Cuatro puntales del flamenco se dieron cita sobre el escenario de la sede de la calle Laraña y cuatro eran las ciudades de las que manaba el arte de los invitados al evento: Utrera, Jerez, Sevilla (con Triana como barrio de cabecera) y Córdoba.
El primero en levantar al público fue el polifacético Diego Carrasco, que estuvo acompañado de su familia. Cantaor, guitarrista y productor, Carrasco aparecía con gafas rojas y de negro para cantarle a Sevilla y Granada. "Es un placer estar aquí con mi familia y junto a Tere Peña, por Andalucía".
La multitud de aficionados que se dieron cita ayer estaban deseosos de disfrutar del espectáculo y no tardó en salir a la platea Paco Taranto. El cantaor, nacido en El Zurraque, el corazón de Triana, embelesó con su cante hondo y puro junto a la guitarra de Pedro Barragán, para terminar levantando aplausos con una soleá.
Tras él, el guitarrista José Antonio Rodríguez dibujó sus Paisajes bajo una luz tenue. Aquí hacía aparición el arte cordobés de la mano de uno de los profesionales con más curriculum a sus espaldas. Tampoco es delgado el que tiene otro de los invitados, Perrate de Utrera, que actuó junto a un ramillete de artistas y que representó a su tierra natal, Utrera, cuna del arte flamenco por excelencia.
Para finalizar, Mariana Cornejo ofrecía un recital junto a David Palomar, un auténtico lujo que puso el broche de oro a una noche que servía de homenaje a este arte andaluz que ya forma parte de la Humanidad.
Este año, la gala Temple y Pureza ha estado patrocinada por Cajasol, Cruzcampo y la Agencia Andaluza del Flamenco, ésta última representada en la sala por su directora, María de los Ángeles Carrasco.