Ha sido el único estreno del festival francés y lo cierto es que mereció la pena aguantar hasta el viernes en Mont-de-Marsan para ser testigo directo de una nueva proeza del gran bailaor sevillano. Proeza, sí, porque llenó un teatro donde caben más de dos mil personas, el que lleva el nombre del político galo François Miterrand. Impresionaba ver a tantas personas aplaudiendo, gritando y pataleando cuando acabó 'Puente de Triana', la última propuesta de Campallo, cuyo estreno fue grabado por Canal Arte para ponerlo de aquí a diez días.
Este hecho puso más nervioso aún al bailaor de lo que se suele estar ante un estreno en un festival como el que nos ha estado ocupando toda la semana. Pero a pesar de la enorme responsabilidad del evento, Campallo tuvo el aplomo suficiente no ya para triunfar él con sus tangos y seguiriyas, que lo hizo de forma contundente, derrochando arte y fuerza;también para ayudar a triunfar a todos los que formaban la compañía, en la que destacaba esa gran figura del baile que es Isabel Bayón.
Recién llegada de Canadá a Sevilla, se fue a Mont-de-Marsan y dejó en el proscenio un baile por alegrías que enamoró a todos. En momentos así es cuando una artista tiene que demostrar su profesionalidad y la de Sevilla lo hizo, además, sin renunciar al arte innato que la ha hecho grande.
'Puente de Triana' es un espectáculo de baile sin más historias que el propio baile, sin libreto ni propuesta teatral alguna, sin grandes alardes escenográficos ni efectos luminotécnicos. Es una obra diseñada para que el protagonista sea el baile, y lo fue de una manera increíble.
Harían falta muchas páginas para narrar el baile por soleá de Adela Campallo, la hermana de Rafael. Lo hizo largo pero sin repetir apenas movimientos, poses y paseíllos; le dio un toque a cada tercio del buen cante de Jeromo, Javier Rivera y David Lagos; y dejó claro que sólo siendo de Sevilla se puede bailar así por soleá.
Hay que destacar los bailes de El Choro, Marína Valiente, María Moreno y David Pérez, así como a los guitarristas Jesús Torres, Juan Campallo y David Vargas.
Rafael Campallo ha creado una obra que le sitúa de nuevo en el candelero para seguir defendiendo la buena escuela.
