-¿Qué le ha persuadido para traer la fundación a Sevilla?
-En Sevilla, lugar de nacimiento del escritor, siempre ha habido, digámoslo así, muchos fans de Cansinos Assens. Aunque estos entusiastas apoyan a mi padre aquí en Sevilla, en Madrid o en donde haga falta, algo que vengo detectando de un tiempo a esta parte es que me parece que están provocando que el interés se traslade al terreno institucional. Por lo menos ésa es la percepción que tengo después de conversar con Maribel Montaño, la delegada de Cultura. Me ha sabido transmitir un deseo institucional fortísimo por promover la figura y difundir el archivo del escritor. Y la espoleta parece que han sido unas declaraciones en El Correo de Andalucía, que se hizo eco de los problemas que tenemos en Madrid para constituir la fundación.
-¿En qué condiciones de conservación y catalogación se encuentra el archivo ahora?
-En un excelente estado de conservación. Lo mantenemos en unas condiciones de humedad y de temperatura constantes, con un sistema de vigilancia las 24 horas y seguridad antifuego, contra el agua, los insectos, etcétera. Eso sí, no está catalogado. Es una de las tareas urgentes de la fundación, si conseguimos constituirla.
-¿Cuánto tardaremos en poder acceder a esos tesoros?
-No puedo comprometerme a nada. Esto va a depender de las ayudas que reciba la fundación para acelerar el proceso de digitalización y la puesta en página en la red. Tenemos ya un desarrollo informático importante que se puede visitar en www.cansinos.org, y ahora estamos trabajando en un nuevo sitio. Pero una vez que tenemos el esqueleto informático, hay que llenarlo con contenidos, y para ello el paso previo es digitalizar.
-¿Hay apalabrada alguna dotación presupuestaria para empezar a trabajar en el archivo?
-Lo desconozco. A mí no me han dicho nada y tampoco lo he preguntado. Nos encontramos en una fase preliminar en la que yo creo que lo que estamos perfilando es cómo podemos aunar voluntades para la difusión del archivo y resolver el problema de la constitución de la fundación. Hay una propuesta del Ayuntamiento para ser sede de la fundación y depósito del archivo, en el convento de Santa Clara y su vecina torre de don Fadrique, donde habrá un espacio propio para nosotros y unos espacios y servicios municipales compartidos con otras actividades. Implícitamente, esto supone que tiene que haber un soporte económico, pero ya le digo que no tengo ningún dato.
-¿Se extenderá el acuerdo de traslado a la edición de libros?
-Esto ya está en marcha. Arca Ediciones tiene ya siete libros en mercado y va a seguir funcionando con ayudas institucionales o sin ellas. Hay que resolver la publicación de lo que no es comercial, y para eso nos decantaremos por la edición digital.
-¿Qué circunstancia le haría dar marcha atrás en el proyecto?
-Pues por ejemplo lo que me ha ocurrido con la Comunidad de Madrid, que podemos resumir en tres palabras: desidia, desinterés e ignorancia. Con fecha 25 de mayo he paralizado el expediente que promoví hace cuatro años para que se declarase Bien de Interés Cultural (BIC) el archivo de mi padre allí. Entre otras razones lo he hecho para que no haya un conflicto de intereses entre regiones, ahora que Andalucía entra en el juego, no sea que a alguien se le ocurra acelerar el expediente y nos encontremos con que en cuatro días resuelven lo que no han hecho en cuatro años. No, ese tema lo he zanjado y cerrado. Estoy en mi derecho, ¿no? No quiero sentir desasosiego con el futuro de algo que tiene un valor tan importante para su figura y para la cultura española. Y mi vida es limitada en el tiempo.
-¿Cree que la decisión complacería a Cansinos Assens?
-Cansinos Assens no me dejó ninguna instrucción de futuro sobre su archivo. Madrid y Sevilla son lugares coherentes con su trayectoria vital y cabe suponer que para él sería hoy un orgullo muy grande que su obra completa se difunda desde la capital hispalense. Cansinos salió de Sevilla con 15 años y no regresó nunca más. Tengo muchos testimonios que acreditan que al final de su vida seguía hablando con el fino acento andaluz con el que entró a Madrid. Y utilizaba palabras como andulear, o expresiones como se armó una grimpola y otras que sólo pueden venir de Andalucía. Si la lengua es la sangre del espíritu, quizá el acento y el vocabulario sean la huella indeleble de tu origen exacto, y de eso nunca renegó Cansinos Assens. Es más, dejó textos muy nostálgicos de su Sevilla natal.
