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Rajoy corre un tupido velo

El líder popular cree que basta con el cese de Costa y sigue defendiendo a Camps.

el 15 oct 2009 / 19:27 h.

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Sergio García salta por encima de un rival

Mariano Rajoy justifica el cese de Ricardo Costa -que él calificó ayer de dimisión- porque el ex secretario general del partido en Valencia soportaba el "plus de responsabilidad" que viene con el cargo y que no ha de soportar un militante de base. Todo ello -añadió- "sin perjuicio de su trabajo y honradez personal".

Sin embargo, el líder del PP cree que no es pertinente cesar al presidente de la Generalitat valenciana y del PPCV porque no hay ningún "elemento nuevo" que motive su cese. Rajoy mantiene "la misma confianza" en el presidente valenciano y, de hecho, subrayó que su voluntad es que siga siendo presidente del PP regional y candidato cuando se celebren las elecciones autonómicas de 2011. "A mí el señor Camps no me ha mentido", recalcó.

Así lo afirmó en una rueda de prensa en la sede central del partido en la calle Génova con la que el líder popular quiso cerrar ya el debate sobre el Gürtel y el PP. En este sentido, defendió su estrategia del silencio alegando que no ha "caído en la trampa de encerrarse" en este tema porque hay que dar la "batalla" con los temas que preocupan a los españoles.

Dos días después de conocerse el sumario del Gürtel, el líder de la oposición se comprometió a exigir responsabilidades a quien hubiera hecho "lo que no debía". Ayer, consideró que "ya se han tomado las medidas que había que tomar", con lo cual Rajoy descartó que vayan a rodar nuevas cabezas. En definitiva, al PP le basta con el cese de Costa, del que sin embargo la plana mayor popular tampoco desconfía: "Yo no tengo ninguna duda de su honradez personal. Es una persona que ha trabajado y mucho por el bien del PP", dijo Rajoy.

Confusión. En cuanto a la confusión creada tras la reunión del Comité Ejecutivo regional del PPCV y el cruce de comunicados de Génova y Valencia, Rajoy señaló que Costa pidió en ese encuentro la suspensión de sus funciones y "se aceptó". Lo mismo sostuvo ayer el propio Camps, que sólo habló del tema para decir que su partido actuó con el cese de Costa "en perfecta coordinación en todas las instancias autonómica y nacional".

Rajoy recordó que el propio Costa ha demandado "ser escuchado" ante el Comité de Derechos y Garantías y que así se hará porque tiene derecho como "cualquier militante". Al ser preguntado si eso supondrá la apertura de una investigación interna al hasta ahora secretario general del PPCV, Rajoy indicó que "eso tendrá que decírselo" el propio Costa al comité. Por otro lado, aunque recalcó que las cuentas del PP son legales y han sido fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas, destacó que tomará medidas para mejorar la "transparencia" de la gestión y eliminar "cualquier riesgo de arbitrariedad".

Buenas prácticas. En concreto, anunció que va a proponer en el próximo Comité Ejecutivo del PP la creación de un código de buenas prácticas que refuerce la transparencia del sistema de gestión "más allá de lo legalmente exigido". Se le preguntó por qué no dio instrucciones a las organizaciones territoriales para que rompieran con Francisco Correa y Rajoy contestó que él había dado instrucciones a quien le corresponde, esto es, al tesorero y al gerente nacional. El líder del PP denunció, una vez más, que con el caso Gürtel ha habido "una clara manipulación política por parte del Gobierno", al que acusó de "utilizar e asunto como parapeto para excluir sus responsabilidades".
Pero no todos en el PP tienen tan ciega confianza en Camps y en Costa. Ayer, el presidente fundador del PP, Manuel Fraga, alabó la figura de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de quien dijo que es "extraordinaria y por encima de toda sospecha". Sin embargo, añadió que "no diría lo mismo" de Francisco Camps. El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, le respondió que "uno se tiene que retirar cuando se tiene que retirar".

Por su parte, el presidente del PP en Alicante, José Joaquín Ripoll, volvió a alimentar la guerra entre campistas y zaplanistas al opinar que las responsabilidades por el Gürtel no se acaban en Costa y se mostró convencido de que "hay una trama organizada que pretende acabar con la hegemonía electoral del PP".

La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, defendió ayer, en esta línea, que " jamás ha contratado a sabiendas con las empresas de ninguna trama delictiva" e insistió en que si se prueba que hubo sobornos o cohecho se tomarán medidas.

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