Economía

Rajoy culpa sólo a Zapatero del "fracaso notorio" del diálogo social

Como una ametralladora contra el presidente del Gobierno tras la ruptura del diálogo social. El PP, con su líder Mariano Rajoy al frente, culpó ayer a Zapatero del "fracaso notorio y palmario" del proceso y negó cualquier tipo de influencia sobre la CEOE para que mantuviera inamovibles sus condiciones.

el 16 sep 2009 / 06:19 h.

Como una ametralladora contra el presidente del Gobierno tras la ruptura del diálogo social. El PP, con su líder Mariano Rajoy al frente, culpó ayer a Zapatero del "fracaso notorio y palmario" del proceso y negó cualquier tipo de influencia sobre la CEOE para que mantuviera inamovibles sus condiciones.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, culpó ayer al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del procedimiento con el que ha discurrido el proceso de diálogo social y de su desenlace, "un fracaso notorio y palmario", que obedece a su intención de no acometer reformas. El líder de los populares negó así cualquier responsabilidad en la ruptura del proceso que el Gobierno, los sindicatos y la patronal CEOE -que hoy celebra junta directiva para analizar lo sucedido- iniciaron hace un año para modificar las bases del modelo.

Un proceso que el pasado miércoles, después de una cena en La Moncloa, terminó en ruptura, lo que Zapatero y los sindicatos achacaron a la posición de la patronal y a la influencia de Rajoy en el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. El líder del PP negó así cualquier intervención, pues a su entender la culpa es sólo de "quien gobierna". Y atribuir cualquier responsabilidad al PP, que no ha participado en la negociación, resulta a su juicio "cómico y antidemocrático".

Rajoy dijo de Zapatero que "ha hecho mal las cosas" porque emprendió el proceso con el único objetivo de obtener "una foto" que al final "se le ha escapado de las manos".

Un fracaso que se debe al presidente por rehusar su función de "poner los papeles encima de la mesa, liderar acuerdos, conciliar a las partes y buscar soluciones", y por haber puesto "tantos límites y tantas líneas rojas" que al final "ha dejado a los acuerdos sin sitio". Asimismo, Rajoy también puso en cuestión el papel de los sindicatos en el diálogo social. Si bien dejó claro que está "absolutamente en contra de una huelga general", pidió a UGT y a CCOO que exijan reformas.

Por parte del Gobierno, el encargado de responder al aluvión de críticas fue el ministro de Fomento, José Blanco. Éste aseguró que muchos sectores empresariales no comparten la objetivos que se ha marcado la CEOE y sienten una "enorme preocupación" por su postura "intransigente".

El titular de Fomento criticó que la patronal haya querido aprovechar la crisis para "pisar el acelerador" y ver si se puede sacar "tajada". "A las cosas hay que llamarlas por su nombre. No se puede esconder bajo la idea de reformas estructurales lo que quiere la CEOE, que es abaratar el despido y las cotizaciones sociales", argumentó. Además, afirmó no estar sorprendido de que el PP "haya salido en tromba a mostrar su apoyo a la CEOE", lo que demuestra, a su juicio, que "está a favor de abaratar el despido".

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