El PP andaluz lleva tiempo asegurando que Mariano Rajoy será su "principal baza electoral" ante las próximas autonómicas. Ayer el futuro presidente del Gobierno ratificó su compromiso con el líder andaluz, Javier Arenas, al que ha prometido hacer lo imposible por que conquiste San Telmo en 2012.
En su primera intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP tras la victoria del 20-N, Rajoy insistió en que Arenas tendrá el apoyo "incondicional" de todo el partido porque está convencido de que Andalucía "precisa de un cambio político urgente". Después de ganar por primera vez unas municipales y generales en Andalucía, el PP va a poner toda la carne en el asador para propiciar la alternancia en Andalucía, el reducto socialista más importante. Para Rajoy, después de que el PSOE haya gobernado en Andalucía "toda la vida", puede afirmar, y con "conocimiento de causa", que "las cosas allí se pueden hacer infinitamente mejor", porque esta región tiene "un potencial sobrado para dar un enorme salto hacia adelante".
"Y eso sólo se puede hacer con otra gente, con otras ideas y con otra manera de gobernar. Lo que hoy hay ya no sirve, ha quedado demostrado, y sólo pueden producir más estancamiento en el futuro", remachó, antes de calificar como un "reto" para el partido la cita con las urnas en Andalucía. Además, Rajoy confió en el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, la presidencia del XVII Congreso Nacional que celebrará el partido en febrero en la capital andaluza.
Por su parte, los socialistas ya están inmersos en el proceso de designación de José Antonio Griñán como candidato a la Junta en las autonómicas. El Comité Director del PSOE andaluz lo proclamará sin primarias el próximo sábado. El portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, destacó el carácter democrático y que claramente reflejará la "unidad" que se vive en este momento en el PSOE-A.
