Acompañado del presidente del PP andaluz , Javier Arenas -que en los últimos cinco años se ha traído a su líder 140 veces a Andalucía-, Rajoy volvió a torear en una plaza socialista, casi en sentido literal, porque el lugar elegido para pedir directamente el apoyo a Arenas, el Coliseo de Atarfe, que acoge las corridas de toros en la localidad granadina, gobernada por el PSOE.
Ante 15.000 personas, según la organización, Rajoy señaló que el cambio político en Andalucía "no es una cuestión del Partido Popular", sino una "necesidad de todos los andaluces", a quienes pidió que apoyen a Arenas por ser un dirigente político "de primera categoría" que está "dando la batalla" y dispuesto a acabar con el desempleo.
"Creo en Andalucía, en el cambio y en Javier Arenas y estoy convencido de que lo va a conseguir", manifestó Rajoy en el que ha sido el último acto de la campaña del PP Más empleo y menos impuestos. El pasado domingo, Rajoy participó en un mitin en Bormujos (Sevilla) contra el pago de la deuda histórica en solares que movilizó a 2.500 personas, y su próxima cita andaluza será el 27 de febrero en Alcalá de los Gazules (Cádiz), localidad de gran significado para los socialistas al ser la cuna de importantes dirigentes, el llamado clan de Alcalá, como el desaparecido Alfonso Perales, el vicesecretario general del PSOE andaluz, Luis Pizarro, y la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
Y si Rajoy cerró el acto con estos elogios a Arenas, previamente intervino el líder regional con un discurso en el que emuló a Martin Luther King. "Yo tengo un sueño: el de gobernar en Andalucía, pero no por la gloria de la victoria, sino para que un día la comunidad sea admirada por su economía y empleo. Queremos gobernar en Andalucía para que sea la primera de España", destacó.
Aprovechando el escenario, Arenas utilizó un símil taurino para apostar por "hacer la faena" de acabar con el pesimismo y la resignación y "coger el toro por los cuernos" para "arrimar el hombro" y acabar con las consecuencias de la crisis.
Consciente de que la ideología mayoritaria de los andaluces sigue siendo de izquierdas, como se desprende incluso del último sondeo del IESA que da por primera vez una ligera ventaja electoral al PP en Andalucía, el presidente de los populares andaluces desechó que la pugna y el debate sea "entre la izquierda y la derecha" y lo centró en que se trata de "cambiar lo viejo por lo nuevo, el inmovilismo por la reforma, y el PSOE, que trae problemas, con las soluciones del PP".
"Somos el futuro y ellos son el pasado", insistió Arenas casi al mismo tiempo que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se empeñaba en un acto en Sevilla junto al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubcalcaba, en lanzar el mensaje de un PSOE trabajando por el futuro. Todo ello, después de que esta semana ambos partidos hayan apostado a nivel interno por el relevo generación, el PP con el nombramiento de diez nuevos rostros "de la generación de los 70" y el PSOE como consigna ante su próximo congreso extraordinario.