La Junta Electoral Central determinó ayer que no es competente para pronunciarse sobre las razones de seguridad alegadas por el Ejecutivo y el PSOE para justificar el uso de un avión Falcon por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para ir a un mitin.
Y no lo es, porque comporta elementos de juicio "cuya ponderación" excede del ámbito de competencia de la JEC, según el acuerdo adoptado por unanimidad en una reunión en la sede del Congreso para estudiar una denuncia presentada por el Partido Popular respecto a la "desventaja" que para el resto de los partidos supone que Zapatero viaje en aviones militares para los actos electorales.
El máximo órgano arbitral electoral dictaminó también que la consideración de los desplazamientos de los candidatos y dirigentes de los partidos como gasto electoral está prevista en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General y su calificación le corresponderá, en su momento, al Tribunal de Cuentas, "atendidas las particulares circunstancias" de cada traslado.
Aún así, el PP continuó ayer criticando "clara desigualdad" y trasladó ayer sus quejas al Tribunal de Cuentas y le advirtió de que el coste generado por la utilización del avión militar se debe contabilizar como gasto electoral. Además, el presidente popular, mariano Rajoy, criticó ayer durante una entrevista en Tele Cinco que el argumento de la seguridad que esgrime el PSOE "no es creíble" después de ver a la Reina Doña Sofía esta semana viajando a Londres en una compañía aérea de bajo coste.
La réplica del PSOE vino de boca del ministro de Fomento, José Blanco. que preguntó ayer al PP si cree que es "mucho o poco gasto" que haya 51 agentes de seguridad a disposición del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, encargados de velar por su seguridad. "Cincuenta sueldos nos cuesta Aznar", remachó.
Por último, Rajoy giró ayer su tercera visita a Valencia en la presente campaña electoral para apoyar al presidente regional, Francisco Camps -imputado por la presunta trama e corrupción Gürtel-, e insistió en que está "seguro de su inocencia". "No me pillo los dedos porque creo firmemente en su inocencia", repitió Rajoy.
