Los 17.000 folios del sumario del Gürtel y las nuevas revelaciones de soborno a dirigentes del PP han hecho reaccionar ya a Mariano Rajoy, quien ayer dijo que "no mira para otro lado" y que exigirá "responsabilidades" a quienes "hayan hecho lo que no deberían hacer".
El líder de los populares, tras conocer muchos más detalles del sumario del caso que levantó parcialmente el juez de del TSJ de Madrid, Antonio Pedreira, se defendió ayer de las acusaciones sobre una presunta financiación ilegal del PP asegurando que lo que queda acreditado es que la red Gürtel es "una trama corrupta para aprovecharse del PP y utilizarlo en su contra", pero no de "una trama de financiación irregular" de la organización.
Nada más comenzar su intervención en la reunión que los populares celebraron ayer en la sede nacional del partido para analizar los Presupuestos Generales del Estado previstos para 2010, Rajoy insistió en que el Partido Popular "no mira para otro lado ni va hacerlo nunca", y que "cualquier persona que haya hecho lo que no debe hacerse tendrá que asumir sus responsabilidades ante la opinión pública".
Aunque algunos altos cargos del PP, como el secretario general en Valencia, Ricardo Costa, estén cada vez más salpicados por recibir presuntos sobornos (coches y relojes de lujo), Rajoy recordó que su formación es "depositaria de la confianza de más de diez millones de españoles" y que atraerá la confianza de "más españoles" en el futuro. Así, subrayó que "la inmensa mayoría de los dirigentes y cargos electos del PP es gente honrada que cumple su trabajo, a veces con errores, pero sobre todo fijando la defensa del interés general" y hablando de "lo que importa a los ciudadanos".
Y terminó así: "En toda organización puede haber, o no, personas que hagan cosas que no se deben hacer, pero el PP actuará y exigirá responsabilidades a los que hayan hecho cosas que no deberían hacer".
Sin tomar medidas. Quien sí trato de taparse ante las evidencias reflejadas en el sumario de la trama fue la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Para ella, en los 17.000 folios "no existen nuevas imputaciones" que afecten a militantes del Partido Popular" y que, por lo tanto, su partido no puede tomar medidas hasta que no haya decisiones de la Justicia. En relación con la supuesta recepción de regalos de lujo por cargos del PP, subrayó que la dirección nacional "no comparte" esos comportamientos que, según señaló, no son "ejemplarizantes". Eso sí, dijo que "hay que demostrar" que es cierta la recepción de esos presentes.
Sobre la posible financiación ilegal de su formación política, De Cospedal se limitó a leer un comunicado -redactado a primera hora de ayer bajo la supervisión de Rajoy- en el que aseguró que "ha quedado acreditado" que no se está "ante una trama organizada de financiación irregular del PP". "Las cuentas de esta formación política han sido fiscalizadas puntualmente por el Tribunal de Cuentas y nada hay en lo que conocemos del sumario que contradiga el resultado impecable de dicha fiscalización. Estamos, en todo caso, ante una trama de corrupción para aprovecharse del Partido Popular y utilizada en su contra", leyó la secretaria general.
El propio presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps -imputado en el caso y cuya causa fue archivada- pidió ayer que no "se olvide" que "hasta el momento la Justicia ha dado razón" a su partido político en torno al caso Gürtel.
Desde el PSOE, los principales dirigentes mostraron una percepción de los hechos y acusaciones completamente distintas. Así, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, sí consideró que el sumario del Gürtel revela "una trama de corrupción que cada vez tiene más tentáculos" y advirtió a Rajoy de que si no es capaz de "poner orden dentro de casa" perderá toda la credibilidad.
La vicepresidenta insistió en la necesidad de que el líder del PP ofrezca explicaciones claras a los ciudadanos y actúe "con firmeza y contundencia". "Si no es capaz de poner orden en su partido y no es capaz de cortar de raíz un asunto de esta naturaleza, es muy difícil que pueda ser creíble como alternativa para gobernar este país", subrayó tras recordar que fue él quien hace pocos días pidió al PP valenciano que hiciera lo propio. Tras considerar que la trama parece ya "una especie de tela de araña", insistió en que Rajoy "no puede seguir mirando para otro lado" ni echando la culpa a los jueces.
Contra el PP también cargó el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, al augurar ayer que el caso Gürtel "se llevará por delante a toda una generación política del PP". Al igual que su compañera del Gobierno, emplazó a Rajoy, a "poner orden" en sus filas, ya que, en caso contrario, tendrá el mismo destino que el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps. "Si Rajoy no quiere ligar su destino al de Camps, lo que debería hacer es asumir la responsabilidad que le corresponde y poner orden en sus filas", agregó.
Por último, el ministro de Fomento, José Blanco, pidió desde Sevilla a Rajoy que "coja el toro por los cuernos" en lo que al caso Gürtel se refiere, porque "cada minuto que pasa sin dar explicaciones es tarde". Como "aficionado a las plazas de toros", arguyó Blanco, que "deje de ver los toros desde la barrera y dé explicaciones".
