El líder del PP, Mariano Rajoy, prometió la puesta en marcha, si gana las elecciones generales, de una reforma fiscal con la que pretende eximir del pago del IRPF a los trabajadores que ganen menos de 16.000 euros, es decir, alrededor de siete millones de españoles.
Rajoy clausuró en el Madrid Arena y ante unas 11.000 personas la Conferencia Política del PP, con una promesa que supone, a su juicio, "la mayor reforma fiscal de la democracia española". El avance se engloba en las propuestas previstas en su programa político, que se presentará el día 26 en el Comité Ejecutivo Nacional.
El anuncio estrella fue esta reforma fiscal, con la que se pretende que "no paguen ni un euro" los que ganen menos de 16.000 euros al año, cuando en la actualidad sólo están exentos de ese pago los que no superan los 9.000 euros. El PP calcula que siete millones de españoles que ahora sufren retención en sus nóminas, dejarían de pagar a Hacienda, lo que beneficiaría en especial a mileuristas y pensionistas.
El coste total de la propuesta electoral no se pudo concretar, pero fuentes del partido consideraron que será algo menor que las dos reformas emprendidas en los Gobiernos de Aznar. Rajoy avanzó además una rebaja adicional en los impuestos a las mujeres que trabajen fuera de casa, una medida de discriminación positiva que busca aumentar la población ocupada.
Rajoy decidió igualmente abrir las puertas a la construcción, de manera "urgente", de un nuevo consenso después de una legislatura en la que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "pulverizó los acuerdos nacionales". Así, garantizó que lo primero que hará si gana las elecciones será llamar al PSOE y establecer ese nuevo consenso, que fijará en primer lugar que España es una sola nación y que el Estado de las Autonomías es el que recoge la Constitución.
En este primer marco el líder del PP situó la reforma constitucional, que debe limitarse a "corregir los defectos" del sistema. "Necesitamos que concluya esta subasta de transferencias que no tiene más razón de ser que la conveniencia política del momento ni más objetivo que el desmantelamiento del Estado", señaló.
Rajoy es partidario de establecer en las Cortes mayorías de dos tercios para las reformas que afecten al bloque constitucional o a las instituciones del Estado.
