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Ramírez de Arellano: "Mientras sea rector el 3+2 no lo aplicaré"

El rector confirma a los comités de empresa y de PDI de la Universidad que es una reforma que excluye a los menos favorecidos.

el 23 feb 2015 / 12:34 h.

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Antonio Ramírez de Arellano. / J.M.Espino (Atese) Antonio Ramírez de Arellano. / J.M.Espino Con estas palabras -"mientras sea rector de la Universidad de Sevilla no aplicaré el 3+2", Antonio Ramírez de Arellano dejó claro su rechazo más absoluto a la reforma de los estudios de Wert al comité de empresa y al comité de la Junta de Personal Docente e Investigador, con los que se reunió el pasado 18 de febrero. Ramírez de Arellano enfila ya la recta final de su mandato. En 2016 deberá anunciar si opta o no a la reelección al cargo. Para ese curso, las universidades españolas todavía no tendrían que poner en marcha esta reforma, ya que se han dado de plazo hasta 2017/2018. Pero lo cierto es que ya hay universidades privadas que han mostrado su disposición a poner grados de tres años para el próximo curso; y las universidades públicas catalanas han anunciado ya su intención de adelantar la aplicación de esta reforma para el curso 2016/2017. La presión es pues grande y la unidad de los campus, frágil. No obstante, el rector de la Universidad de Sevilla rechaza el Real Decreto de 3+2 (tres años de grado y dos de máster frente al modelo actual de 4+1) al entender que excluye de la formación universitaria a las clases menos favorecidas. Con el modelo que ha aprobado el Gobierno, el cuarto año actual de grado se pagará a partir de 2017/2018 como uno de máster. En Andalucía, el precio del crédito del grado es justo la mitad del de máster. Además de la reforma de las carreras, el rector analizó con los representantes sindicales de la Universidad la aplicación del Plan de Asignación del Profesorado (PAP). Según el comunicado remitido a esta redacción, el rector se ha comprometido a "reajustar esta normativa con la intención de que ningún profesor de la US esté por encima de las 240 horas de docencia presencial". Este plan fue, y sigue siendo, muy contestado por una parte importante de la plantilla docente. La nueva normativa, transitoria, fija como tope las 240 horas (24 créditos) y, en casos excepcionales, 320 (36 créditos), así como detalla, por primera vez, que el trabajo de un profesor universitario no es solo dar clases, sino investigar. Fuentes de la Universidad aclaran: "Nuestra normativa ya plantea que ese debe ser el objetivo, 240 horas de docencia presencial al año. No puede ser un compromiso cerrado porque hay factores externos (autorización de contrataciones) que no controlamos. En la reunión se dijo que debemos seguir avanzando en esa dirección y en una correcta contabilización de las tareas citadas para permitir el objetivo de equilibrio entre ellas". En otro orden de cosas, el Claustro de la Pablo de Olavide ha aprobado por mayoría absoluta (63 votos a favor, ninguno en contra y 2 abstenciones) una declaración institucional de rechazo al 3+2 con argumentos idénticos a los expuestos por el Consejo de Gobierno de la citada universidad en su declaración institucional de hace unas semanas. El Claustro incide en que la reforma de la duración de las carreras es un ataque a la igualdad de oportunidades y que "menoscaba la calidad de las enseñanzas de grado al reducir los planes de estudio de grado y favorecer contenidos excesivamente ambiguos". Por último, señala que esta reforma "abunda en la descapitalización del personal docente e investigador y de administración y servicios de las universidades".

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