Cultura

Ramírez Lozano: «El barroco no se lleva, ahora todo es directo»

El escritor reedita su novela ‘Gárgola’, que obtuvo el premio Azorín 1984

el 21 sep 2010 / 19:36 h.

-->--> -->

Han pasado más de 25 años desde que José Antonio Ramírez Lozano ganara el premio Azorín con su novela Gárgola, la misma que le puso a las puertas del Nacional de Literatura. Ahora toca comprobar su resistencia al paso del tiempo gracias a la reedición que acaba de hacer el sello Algaida, y que ha obligado a su autor a revisar cómo era su propia escritura un cuarto de siglo atrás. "Entonces me comía el mundo", sonríe Ramírez Lozano, "pero releerla ha sido un poco chocante. Es una novela muy barroca, con un derroche de lenguaje quizá excesivo. Ahora soy más cervantino, pero preferí no retocarla, porque siendo el lenguaje el verdadero protagonista, la habrá cambiado por completo", asegura.

Con una profunda carga poética, Ramírez Lozano (Nogales, Badajoz, 1950) narra los sueños en voz alta de un obispo que aparece rodeado de difuntos más o menos esperpénticos. "Estoy contento con el planteamiento porqu fue el arranque de muchos elementos que han seguido apareciendo en mi obra: sobre todo el mundo clerical, religioso, que ha sido mi fuente cultural y cuya base agradezco, pero que también me atrevo a desmitificar", comenta el escritor.

No obstante, el novelista es consciente de que no será una lectura fácil para muchos: "El barroco no se lleva, ahora todo es directo, social, casi periodístico. Gárgola es en este sentido una artesanía, es como volver a leer a Cunqueiro. A muchos va a parecerle una cosa rara, pero espero que también vean en estas páginas un ejercicio de imaginación, porque cada trozo o viñeta es una novela en sí misma", añade.

Y mientras rescata un título añejo, Ramírez Lozano sigue escribiendo con pluma fértil. Recientemente publicó Las manzanas de Erasmo, acaba de terminar una novela sobre Juan Ramón Jiménez y sus manías, tiene inédita otra sobre Carlos V y sigue en ello. "Últimamente estoy haciendo más bien cosas históricas, me apetece mucho", reconoce. "La verdad es que tengo que contenerme para no escribir más. Y ahora que estoy jubilado, mucho más", apostilla el autor.      

  • 1