El doctor Ramón Vila, cirujano jefe de la enfermería de la plaza de la Maestranza, ha visitado esta mañana al subalterno Jesús Marquez, herido de máxima gravedad en la novillada celebrada ayer en la plaza de la Maestranza. Márquez fue empitonado durante el tercio de banderillas en la lidia del quinto novillo de tarde sufriendo una tremenda cornada que le causó una abundante hemorragia.
El banderillero fue operado en la enfermería de la plaza hasta últimas horas de la noche y necesitó un injerto en la femoral y numerosas transfusiones de sangre. Pasadas las primeras horas de zozobra, el subalterno se recupera en la UCI de la clínica sevillana del Sagrado Corazón, muy cerca del banderillero Luis Mariscal que también resultó herido muy grave el pasado día 15 en el coso sevillano.
"En los primeros momentos pensé que no salía", ha explicado Vila, que recuerda que "los tres o cuatro primeros minutos fueron dramáticos. Entró prácticamente chocado, casi sin vida. Afortunadamente, nuestro anestesista pudo intubarlo y sacarlo para delante pero estuvimos luchando a ver si salía. Era sangre venosa y tuvimos muchas dificultades para encontrarle un vía con la chaquetilla puesta", ha recordado el cirujano.
Afortunadamente su recuperación ya sigue ahora los cauces normales e incluso no se descarta pasarlo a planta "a última hora de hoy o mañana por la mañana". En su visita matutina, Vila lo ha encontrado "bien, remontando positivamente, consciente y hablando". Según señala el galeno sevillano, "el riego de la pierna es correcto y las heridas han drenado lo habitual en estos casos. Su evolución es la normal después de recibir tantas transfusiones".
En cuanto a plazos de recuperación, Vila ha señalado que "tiene para tres o cuatro meses seguro. Lo primero era salvarle la vida, eso era lo más gordo. Sin la lesión vascular la cornada no habría tenido importancia", ha explicado.
"Los destrozos musculares son mínimos", explica Vila, que ha comparado esta grave cornada con la sufrida por el novillero Curro Sierra, también de un novillo de Gabriel Rojas, hace cinco años: "es muy similar a la de Curro, pero en esta ocasión los destrozos son venosos y entonces arteriales la mala suerte ha sido que el pitón ha sido muy certero y le ha arrancado el cayado de la vena".
Según la apreciación del cirujano, "la carrera que pegó después de la cornada pudo agravar la hemorragia. Aunque los destrozos que sufrió Luis Mariscal el pasado día 15 fueron mucho más complejos, Jesús Márquez entró perdiendo la vida a chorros", concluyó.
