Los destinos más habituales de la Sevilla exportadora son EEUU y la UE, pero la nómina de países es tan dispar que existen ventas por unos cuantos euros en mercados de complicada localización en el mapa e incluso pronunciación. El listado abarca los más recónditos lugares.
Son países difíciles de ubicar en el mapamundi, pero forman parte de la nómina de destinos de las exportaciones realizadas desde Sevilla y que avalan que la aventura exterior no se agota en los tradicionales mercados de EEUU o la Unión Europea (UE). Nichos raros los hay.
Anguilla, Aruba, Eritrea, Guam, Mayotte, Kirguistán o Surinám son algunas de esas naciones para duchos en geografía y que compran mercancías sevillanas, según consta en la base de datos de comercio exterior de las Cámaras de Comercio. Y algunos de los lugares coinciden, como Islas Caimán, con los denominados paraísos fiscales, si bien una cosa es vender y otra, invertir.
Pero, ¿qué se lleva, por ejemplo, a Anguilla? Con este mercado, Sevilla fraguó el año pasado una única operación exportadora, apenas 2.100 euros, y tuvo en las frutas y hortalizas su origen. Ocho envíos se mandaron a Belice, por valor de 9.400 euros, siendo la mitad abonos para el campo. Ni medio millar de euros arrojó la venta hecha en Islas Marshall, sin constancia de los productos adquiridos. Y menos, 200 euros, fueron los facturados a Mayotte, gracias a gafas, cámaras fotográficas o algún aparato médico.
Curiosidades hay para dar y regalar en la citada base de datos, elaborada a partir de la información facilitada por la Agencia Tributaria (de las aduanas). Así, 2.000 euros costó la motocicleta, coche o tractor que se colocó en Surinám, en Seiychelles gustan los aceites de oliva, pues 1,4 toneladas importó, mientras que Yubuti demandó 600 euros en productos editoriales y el vidrio adjudicado a Aruba reportó 900 euros, sobre un total de 24.300. Tanto las islas Seiychelles como Aruba son considerados, según el último listado de la OCDE, como países con laxa fiscalidad.
Viajemos a otros paraísos fiscales, refugio de inversiones y destinos polémicos donde los haya. En Islas Caimán, que hasta hace pocos años era aventura habitual de las emisiones de deuda de las cajas de ahorros andaluzas, los 100 euros que fructificaron de la única operación labrada -estamos hablando de comercio, y no de flujo monetario para invertir-, estuvo relacionada con las artes gráficas.
Empresas. El registro de las Cámaras de Comercio contabilizaba 228 firmas sevillanas exportadoras en 2006 -no existen datos más actualizados- y en él figuran compañías que tenían más de setenta países distintos acogedores de sus productos y servicios. Y en cabeza, los grupos envasadores de aceituna de mesa, un alimento en el que la provincia es líder mundial tanto en cosecha como en exportación.
Ahí están, por ejemplo, Ángel Camacho, de Morón de la Frontera, que ese año declaraba vender hasta en 73 mercados tan dispares como las Antillas Neerlandesas, Kazajstán, Nepal o Tailandia, o Agro Sevilla, con un cortejo menor, y con Sri Lanka, Armenia, Islas Mauricio y Bahrein como sus destinos más variopintos.
No menos extensa es la nómina de los grandes grupos MP o Iturri, aunque el perfil de la empresa exportadora sevillana atendería a una pyme con una decena de miras internacionales. Y el agroalimentario, el sector más habitual en la aventura exterior.
