Ángela Serrato
La cama, la comida de mamá, los amigos... Cuando se está fuera se echan de menos muchas cosas y a los sevillanos la Feria de Abril les tira mucho. Eso le pasa a Abel Domínguez, que vive en Shanghai y que hace un año decidió que podría vivir sin su cama pero no sin los farolillos, la tortilla de patatas y la jarra de rebujito. Se puso manos a la obra y la que se celebra mañana es la II Feria de Sevilla en la ciudad china, a la que han bautizado como Feria de Andalucía en Shanghai.
Todo empezó con la ayuda de otra sevillana y amante de la feria, Ruth Martínez. "Decidimos organizar una fiesta con los amigos para celebrarla", cuenta Abel. "En principio iba a ser en casa pero la gente se empezó a apuntar y al final tuvimos que buscar un lugar para meter a más de 300 personas", añade. Aunque Ruth -que es la autora del cartel- está en Sevilla, han vuelto a colaborar este año para "traer un poco de nuestra tierra a este lugar lejano y sentirnos durante horas un poco más como en casa".
Para la celebración han elegido un restaurante español llamado Bonito y que han transformado en "una gran caseta de feria con sus farolillos, cortinas de lunares y más de 2.000 claveles". No falta un escenario para un grupo flamenco ni "las croquetas, los montaditos de jamón con salmorejo o la paella". Para conseguir todo lo necesario cuentan con el apoyo de Extenda, algunas empresas nacionales y la Casa de España en Shanghai (www.casaespanashanghai.com).
Pasar una tarde de feria aunque sea a miles de kilómetros de distancia del real de Los Remedios es el objetivo de estos sevillanos. Si le pilla por allí, ya sabe, empieza a las siete.
