El Consistorio se ha embarcado en el proceso de depuración de los símbolos franquistas que implica cambiar el nombre a 64 calles y que se rige según el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, pero que no parece haber calado en la sensibilidad de los sevillanos. El 59% no respalda la iniciativa según el sondeo del grupo ESTIO, de la Hispalense.
La Ley de la Memoria Histórica, aprobada por el Congreso en octubre del año pasado, obliga a los gobiernos locales y regionales a eliminar la simbología franquista de los espacios públicos. El Ayuntamiento de Sevilla se puso manos a la obra hace una semana presentando un listado de 64 calles de referencias fascistas que debían ser rebautizadas. Sin embargo, la iniciativa municipal ha partido a la opinión pública sevillana en dos mitades casi iguales, los que están en contra y los que están a favor.
La encuesta que hoy ofrece El Correo, realizada a través de 440 entrevistas telefónicas entre los pasados 24 y 25 de abril, deja ver que seis de cada diez encuestados no respalda el proyecto para rebautizar las calles y eliminar la simbología del franquismo. Dentro de ese porcentaje de rechazo, se encuentran los que directamente consideran desacertada la medida del Consistorio (el 45,4% de los entrevistados) y a los que les resulta indiferente (13,7%). Más de un tercio de los encuestados (36,4%) está de acuerdo.
A pesar de que la eliminación de las referencias fascistas es un mandato legal, el Ayuntamiento hispalense no parece haber logrado hacer entender a los sevillanos cómo iba a afectar a la ciudad esa ley y por qué. De hecho, los datos de la encuesta por distritos demuestran que son precisamente las zonas donde más calles deberán modificarse -Sur; Palmera-Bellavista y Los Remedios- las que más se oponen al cambio.
De los 11 distritos municipales, en ocho el porcentaje de rechazo es mayor al de aceptación. En Los Remedios, donde existen siete calles franquistas y donde ya se han retirado dos monolitos conmemorativos de la Guerra Civil, se concentra el nivel más alto de rechazo (67,5%). El distrito Sur será el que más cambios sufra (hasta 17 calles franquistas), y sin embargo, el 47% de sus vecinos encuestados se muestra contrario a la iniciativa.
Lo mismo le ocurre a Palmera-Bellavista, con 11 calles franquistas, y un 55% de rechazo, o a Casco Antiguo, con cinco calles y un rechazo del 57,5%. Los distritos San Pablo-Santa Justa, Cerro-Amate y Macarena son los únicos donde la propuesta ha sido bien recibida. El mayor porcentaje de aceptación se encuentra en San Pablo-Santa Justa (55% a favor).
Pese a las diferencias, el 77,6% de encuestados creen que el cambio de nombre de las 64 calles vinculadas al franquismo debe hacerse por consenso, mientras que un 12,2% defiende que lo importante es que se haga, con independencia de las circunstancias.
Los resultados de la encuesta por edades también muestran dos grupos diferenciados. Entre los 35 y 54 años, la propuesta municipal ha sido mejor recibida que entre los jóvenes de entre 25 y 34 años, menos partidarios del cambio de nombramiento de las calles. Entre los mayores de 65 años, los que vivieron más directamente la Guerra Civil y el franquismo, el 47,4% está en contra y el 30% a favor.
Los nombres de cada una de las 64 calles será estudiada en una comisión de distrito. La encuesta pregunta en concreto si debería mantenerse en la lista la Ronda de Pío XII, que lleva el nombre del llamado "Papa de Hitler", porque auspició los regímenes fascistas de los años 30 y 40, entre ellos el del propio Franco. El 63% de los encuestados cree que no se le debe cambiar el nombre. El 15% considera que sí.
