La primera bebé nacida en Sevilla en 2013 llegó por sorpresa hasta para sus padres, un matrimonio nigeriano de 29 años, residente en Dos Hermanas, que había pedido a los médicos no conocer cuándo nacería para evitarle a la madre el estrés por la cercanía del parto, según explicaba el padre, Godstime Newton Ezenweani. "Los niños llegan cuando tienen que llegar -sentenciaba-, si la mujer espera un día concreto, se pasa los últimos meses dándole vueltas a la cabeza y esa presión no es buena para la madre ni para el niño, puede pasarles algo malo".
La pequeña nació por parto natural a las doce y cuarto de la madrugada del 1 de enero en el hospital de Valme, pesó 3,710 kilos y se llamará Recheal. Su madre, Faviour Emmanuel, también nigeriana de 29 años, descansaba ayer ya con la pequeña en brazos en su habitación del hospital, a la espera de recibir el alta en breve. La niña tiene dos hermanos mayores de 13 y 8 años, ambos varones, que viven todavía en Nigeria a la espera de la reagrupación familiar.
El padre detalló que la cría nació muy rápido, en apenas diez minutos desde que entraron en el paritorio, "al segundo empujón" de su mujer, y que le hizo muy feliz poder estar con su esposa en ese momento. En Nigeria no se permite al padre acompañar a la mujer durante el parto y por tanto él no había podido ver nacer a ninguno de sus otros dos hijos. "Estoy agradecido de que me dejaran entrar, y del trato tan amable que nos han dado los médicos y todo el personal del hospital", insistió, pletórico con que el parto hubiese sido tan bueno y la niña hubiese llegado al mundo sin problemas, "gracias a Dios y a los médicos".
El matrimonio confiaba en dar la bienvenida al nuevo año en el templo, ya que el padre es predicador en la Iglesia Evangélica y es su forma habitual de iniciar el año nuevo, pero la mujer comenzó a tener dolores a mediodía que fueron a más a primer hora de la tarde. Imaginaron que serían las contracciones previas al parto y le pidieron a un amigo el coche para llegar al hospital, al que entraron cerca de las ocho de la tarde. Tras un tiempo de espera en monitores, la mujer tuvo un parto natural y rápido en apenas diez minutos.
"Tuvimos que cambiar nuestros planes de fin de año -bromeaba ayer el hombre-, pero este ha sido el más alegre porque lo hemos comenzado con mi niña, que es lo mejor que la vida le puede dar a una persona". La madre había llegado a barajar "en broma" la posibilidad de que su retoño fuese el primero del año, pero como no conocían la fecha en la que nacería, no le habían dado más importancia hasta que llegaron los dolores del parto el 31 de diciembre.
Ezenweani espera ahora que su hija le traiga suerte "y lo cambie todo a bueno", tanto para él como para su familia y su ciudad, "que es Sevilla, porque me recibió muy bien, es la ciudad que he elegido para vivir y es donde estoy a gusto", explicó el hombre, que afirmó que considera que su hija "es primero sevillana y andaluza, y luego española".
Con esa suerte llegada bajo el brazo de su hija, Ezenweani confió en que pueda variar también la situación generalizada de crisis en España que lo dejó en paro hace tiempo y lo hizo decidirse a hacerse autónomo y montar un locutorio en Dos Hermanas. En su negocio también lo ayuda su mujer, aunque hace unos meses dejó de hacerlo temporalmente por las molestias del embarazo.
El hombre había llegado a Sevilla hace ya una década "buscándome la vida, porque en Nigeria la cosa está muy chunga", en una época de bonanza en la que pudo mantenerse y traer consigo a su mujer, que lleva algo más de cuatro años en Sevilla. En la ciudad, a falta de familia, han encontrado entre sus paisanos "un ambiente que es como si fueran nuestra familia" y se encuentran cómodos para establecerse de cara al futuro, una vez que puedan traer también a sus otros dos hijos mayores.
El matrimonio no tuvo problemas en elegir el nombre de su hija. Al menos el padre, que tuvo tan claro cómo quería llamarla que cuando le preguntaban "les decía que ellos la llamaran como quisieran, pero que yo sabía que ella para mí iba a ser Recheal. Recheal Ezenweani Emmanuel", sentenció orgulloso el padre.
