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Reconocimiento a las 'pelonas'

La Junta indemnizará con 1.800 euros a las mujeres vejadas por el franquismo. Tendrán tres meses para presentar su solicitud y se admitirán como pruebas los testimonios de terceros y declaraciones juradas, al no existir registros escritos de su escarnio público.

el 21 sep 2010 / 20:13 h.

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Foto del libro "Individuas de dudosa moral", de Pura Sánchez.
El testimonio de Ángeles Carazo contando como la raparon "por no ir a misa" y las señoritas de su pueblo "se chivaban a los falangistas" si salía a la calle con la cabeza tapada por un pañuelo sirvió a la profesora Pura Sánchez para retratar las vejaciones y humillaciones de las mujeres que el franquismo tachó de Individuas de dudosa moral. Ángeles, ya fallecida, no podrá acceder a las indemnizaciones aprobadas ayer por el Consejo de Gobierno para las mujeres represaliadas durante la Guerra Civil y años más duros de la dictadura (de 1936 a 1950), pero la Junta pretende reconocer su sufrimiento, firmeza de convicciones y el esfuerzo por mantener viva su historia, a través de otras que aún viven.

 

Las víctimas de esta represión podrán reclamar, en un plazo de tres meses desde su próxima publicación en el BOJA, 1.800 euros como compensación. La Junta se compromete a resolver las solicitudes en un máximo de tres meses.

Desde que en 2001 se implantaron indemizaciones para personas que pasaron por campos de concentración, 2.480 represaliados andaluces han recibido estas ayudas (por un importe global de 9,5 millones), aunque sólo 85 son mujeres. Muchas de ellas sufrieron otro tipo de represión de la que no hay registros escritos:fueron rapadas y paseadas por las plazas y calles de sus pueblos para escarnio público, obligadas a beber aceite de ricino que les provocaba que se orinasen encima y, en muchos casos, violadas. Se trata de vejaciones y humillaciones difíciles de demostrar, por eso, el decreto aprobado ayer aceptará para conceder la indemnización cualquier prueba admitida en Derecho, desde declaraciones juradas a testimonios de terceros.

Con toda, desde asociaciones para la memoria histórica como Todos los nombres o Amical de Mauthausen alertan de que esta reparación llega tarde -las mujeres vejadas en ese periodo rondan los 90 años o ya han muerto- y no tendrá especial éxito, ya que muchas de estas mujeres precisamente dejaron sus pueblos y ciudades para huir de la vergüenza y su sufrimiento fue un tema tabú en sus vidas, ocultado por miedo y pudor, por lo que resulta difícil que ahora salga a la luz. La indemnización no podrá ser cobrada por familiares de las víctimas pero el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, explicó ayer que sí podrán accedera a ella aquellas mujeres que hoy vivan fuera de Andalucía si demuestran que entonces estaban en la comunidad y fueron represaliadas en territorio andaluz.

Con todo, desde Todos los nombres, Cecilio Gordillo defiende que estas víctimas merecen más que una compensación económica un "acto de reparación público en el mismo sitio donde se produjeron las humillaciones", es decir, en el ayuntamiento del pueblo o ciudad que las vio pasear pelonas. "No basta con que reúnan a unas cuantas y las lleven a una capital, sino que sea en el mismo sitio donde sucedió", dice.

Ángel del Río, de Amical de Mauthausen, reconocen que es un fenómeno muy desconocido porque ha sido escondido y será difícil sacarlo a la luz. "Cuando hice la investigación sobre el canal de los presos, muchas hijas me contaban que sus madres habían pasado por ello pero no querían hablar", relata.
Es por ello que la Junta reconoce no tener estimación de cuántas mujeres pueden solicitar la indemnización -en Sevilla, el historiador José María García Márquez tiene documentados 447 casos-, si bien Pizarro cree que ya ha pasado tiempo suficiente para que se haya diluido el miedo a que su historia salga a la luz y no considera que ello pueda impedir que haya víctimas que la pidan.

La profesora Pura Sánchez reconoció que las posibles beneficiarias "son ya muy mayores y quedarán pocas", si bien mostró su alegría por que "el decreto haya salido al fin", ya que supone al menos un reconocimiento.

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