Presentación de Banega y Deulofeu. /Pepo Herrera
Nadie es imprescindible. En el Sevilla lo único importante es el escudo, el himno y la afición. Esta frase la acuñó el expresidente José María del Nido tras la salida de Juande Ramos del club, allá por 2007. Es una afirmación que en el fútbol se podría aplicar a todos los clubes. Los jugadores, entrenadores y dirigentes van pasando en diferentes épocas, pero lo que siempre queda es el club y sus signos de identidad. Precisamente, esa identidad es lo que está buscando este nuevo Sevilla de la era post Del Nido.
Y fue precisamente el abogado quien la inició en el verano de 2013. El club invirtió más de 30 millones en fichajes (gracias a unas ventas que rondaron los 80) en un proyecto que estaba previsto que culminara en tres años.
Trece nuevos profesionales fueron contratados, contando también con numerosas salidas, entre las que destacaban las de futbolistas de la talla de Álvaro Negredo o Jesús Navas. Unos traspasos que soportaron, por su cuantía, la enorme inversión que hubo que realizar para darle la vuelta a la plantilla como un calcetín...
Más información en la edición impresa de El Decano Deportivo.
