Éste, anunciado por la organización como principal referencia de la inscripción, ni llegó, ni se le vio ni por supuesto venció: prefirió competir en Marrakech hace dos semanas. En fin.
No se le echó en falta porque su plusmarca fue pulverizada por un joven de 21 apenas años que debutaba en la distancia -sexto en la Media Maratón de Reims de 2010 era su escueta tarjeta de presentación- y al que la clase le viene de familia, no en vano es hermano de Gezahegne Abera, quien fuera campeón olímpico de Maratón en los Juegos de Sídney 2000. Cosas de la vida: éste también pisó el tartán del Estadio de La Cartuja, pues se clasificó undécimo en los Mundiales de Sevilla'99. Un año más tarde, queda dicho, alcanzó la gloria olímpica en Australia, convirtiéndose a sus 22 años en el campeón más joven de la historia de los Juegos, si bien tal honor le fue arrebatado en Pekín 2008 por el keniano Samuel Wanjiru (cuyo nombre regresó a los periódicos de todo el mundo hace semanas cuando su mujer le denunció por intentar asesinarla). El mayor de los hermanos Abera se proclamó asimismo en Edmonton 2001 campeón del mundo, erigiéndose en el primer maratoniano capaz de enlazar el doblete Juegos+Mundial, aunque no pudo defender su corona olímpica en Atenas por una lesión.
Pero volviendo a Daniel, un adolescente cuando Gezahegne conquistaba tales éxitos (once años les separan), cabe reseñar que su victoria de ayer en la capital hispalense no fue sino el culmen de un recital etíope en toda regla, pues le acompañaron en el podio sus compatriotas Gosa Tafa (2h.10:05, también por debajo del anterior récord) y Mitku Soboka (2h.11:44), los tres que resistieron a la remontada desde atrás del extremeño Pablo Villalobos, quien cumplió su doble cometido de lograr el título nacional -la prueba, como en 2009, era Campeonato de España absoluto- y la mínima para el Mundial de Daegu (Corea del Sur), pues cruzó la meta en 2h.12:21 cuando se requería bajar de 2h.14:00.
En realidad, la edición 2011 no tuvo mucha historia hasta sus kilómetros finales, pues de salida se formó un amplio grupo de dieciséis unidades, todos africanos salvo el local Penti, que se mantuvo compacto incluso más allá del ecuador de la prueba. El sanjuanero se estiró hasta el kilómetro 18 en su tercera participación, marcando el paso a una tropa negra empeñada en un ritmo endiablado que descartó enseguida Villalobos, el (casi) único aspirante al cetro nacional que optó por fijarse su propia velocidad junto al argentino Javier Carriqueo, quien le hizo de liebre hasta el kilómetro 25, justo al paso por la Gran Plaza.
El de Almendralejo, eso sí, nunca cedió más de un centenar de metros al grupo de vanguardia, sabedor de que en el tramo final, cuando apareciesen las pájaras, iba a poder rebasar a muchos de los africanos. Y eso que la unión delante no se descompuso hasta más allá del kilómetro 30, cuando la legión etíope ganó por KO a la keniana en el esperado cambio de marcha de los candidatos a la victoria.
Unas hostilidades que se desataron, por fin, en López de Gomara y Ronda de Triana, cuando se destacó un quinteto etíope del que tiraban, ya con el triunfo en mente, Abera, Soboka y Tafa, mientras Egziabher y Girma trataban en vano de no perder la estela.
El trío cabecero enfiló Torneo y ya sólo faltaba dirimir el orden de llegada, ya definido cuando Daniel Abera atravesó el túnel sur del Estadio Olímpico con margen más que suficiente para llevarse los laureles y destrozar el récord.
Por detrás, Villalobos superaba rivales hasta llegar cuarto, fuera del podio -el año pasado, con similar táctica, acabó segundo- pero con el título de campeón de España en el bolsillo, ya que el siguiente atleta patrio, el vasco Asier Cuevas, empleaba seis minutos más. El podio del Nacional lo completaba el ilustre obstaculista Luis Miguel Martín Berlanas, que se estrenaba en la distancia y se encontró con una medalla de bronce.
En cuanto a las mujeres, el desarrollo no fue muy distinto, ya que dos etíopes y una keniana coparon el podio, con triunfo de Alemnesh Eshetu en 2h.33:26, sólo cuatro segundos menos que Derbe Godana. La madrileña Tamara Sanfabio, como el pasado año, fue la mejor española (2h.37:24), esta vez cuarta (tercera en 2010), idéntico puesto al de Villalobos, su cuñado y entrenador.
Por lo demás, también en lo que concierne a las cifras hubo récord en este XXVII Maratón Ciudad de Sevilla. La inscripción, en constante alza los últimos años, se cerró en 4.854 corredores, de los que 3.899 cruzaron la línea de meta tras completar los 42,195 kilómetros en una mañana muy plácida en lo climatológico, casi perfecta para correr, pues la lluvia tuvo el detalle de esperar antes de hacer su aparición.
