El Ayuntamiento de Marchena movió ayer ficha después de que la última visita al Parlamento andaluz no diera los frutos esperados: la reunión urgente con el presidente de la Junta para pedir la suspensión del decreto que amplía el casco histórico del municipio de las 18,1 hectáreas preexistentes a las 80,1 actuales.
Ahora el Ayuntamiento de la localidad ha tomado la iniciativa, y presentó ayer dos recursos para exigir esta suspensión del decreto y la recuperación de unas competencias urbanísticas "expoliadas" por los técnicos de la Delegación provincial de Cultura, según informó el Consistorio en un comunicado.
Esta decisión obedece, según el cabildo gobernado por el andalucista Juan Rodríguez Aguilera, a "la falta de respuesta política" de los responsables provinciales de la Delegación de Cultura, a quienes acusan de forzar al Ayuntamiento "a seguir la vía única del trámite jurídico".
Como consecuencia del procedimiento iniciado en octubre de 2008, la alcaldía denuncia que los ingresos municipales por tasas urbanísticas se han reducido "a poco más del 10% de lo presupuestado". El índice de paro también se ha visto resentido, según la corporación municipal, "hasta alcanzar cotas nunca vistas del 30%, arrastrado por el sector de la construcción y sus industrias auxiliares".
En contra de esta ampliación están los cuatro grupos políticos del Ayuntamiento marchenero. Como defensa para el rechazo, el Consistorio alega que Marchena es "una de las escasas poblaciones" de la provincia que cuenta con una comisión permanente de Patrimonio Histórico, y que desde 1995 posee un catálogo de bienes protegidos y un plan de protección del Conjunto Histórico. "Marchena ha experimentado un desarrollo urbano y social ejemplar compatible con la protección de la ciudad", señalan.
Los ediles marcheneros protagonizaron el pasado 25 de marzo una visita al Parlamento andaluz para dar a conocer las demandas del Gobierno local a las distintas fuerzas políticas. "Nadie se explica en la población la necesidad de esta medida impuesta por la Junta", lamentan.
Además, el Ayuntamiento ha iniciado una campaña de recogida de firmas para recabar el apoyo de los vecinos.