Conquistar lo que nadie antes había conquistado. Ni Said ni Iván Zoido han alcanzado la cima de una montaña insalvable. Simplemente han propuesto algo que, sorprendentemente, a nadie antes se le había ocurrido. Sevilla en el Cine (Spink editorial, en castellano e inglés) es la primera guía de turismo cultural cinematográfico que recorre los lugares sevillanos de rodaje a lo largo de un siglo. Emplazamientos tradicionales como el Alcázar, la Casa Pilatos, el Parque de María Luisa o el Barrio de Santa Cruz así como otros espacios del centro o afueras de la ciudad como la Iglesia de Santa Marina, la calle Feria o el Monasterio San Isidoro del Campo son el destino de las rutas que el libro propone de la mano de películas como Lawrence de Arabia, El viento y el león o Star Wars, por citar sólo tres de una lista superior a las 40 cintas.
La Almería del cine fue el primer peldaño de un ciclo de publicaciones que, tras Sevilla, pretende abrazar a Málaga y Granada para reunirse al final en un volumen mayor que acoja los rodajes realizados en provincias de menor trayectoria cinematográfica. Es un proyecto que va más allá de una simple guía, estamos trabajando para poner en marcha una serie de rutas guiadas por la ciudad, al hilo de las cuatro que proponemos en el libro, explica Iván Zoido. Con la colaboración de la Sevilla Film Office, Sevilla de Cine es, sin embargo, una apuesta personal. Los dos hermanos han pasado más de un año volcados en la guía, la han autoeditado y también se encargan de su comercialización. Lo sorprendente de esto es, según sus autores, que Sevilla no haya explotado desde el punto de vista turístico su enorme filiación con el cine.
Los autores de la guía, Iván y Said Zoido.
A reparar este deber viene una obra minuciosa que, en apenas 120 páginas, abarca una miríada de títulos que van de La vida de Cristóbal Colón (1916) a Grupo 7 (2012), una de las últimas películas filmadas en Sevilla, donde Paco León comenzará este otoño el rodaje de Carmina y Amén. No es un tópico decir que Sevilla es un lugar enormemente sugerente para la cámara, la historia del séptimo arte constata este hecho, opina Zoido.
Cintas como Jalisco canta en Sevilla (1949), Rojos (1978), Nadie conoce a nadie (1999) o Noche y día (2010) encuentran su espacio en una edición que ofrece detalles minuciosos de las localizaciones, incluyendo el detalle de los encuadres, a fin de que el interesado pueda situarse en el punto exacto en el que el realizador tomó tal o cual plano. Puro y gozoso frikismo.
Aseguran sus autores que Sevilla en el cine ha sido todas las partes del mundo: El Cairo, Damasco, Granada, el planeta Naboo y, por supuesto, Sevilla. En la producción La batalla de Inglaterra (1969) el aeródromo alemán que se ve es el de Tablada. En El viento y el león (1975) Híspalis se convirtió en Marruecos y en El reino de los cielos (2005) el Real Alcázar coló por la Alhambra porque las condiciones para grabar allí eran imposibles. Este tipo de inexactitudes podrán gustar más o menos pero forman parte de la fantasía del cine, resume Zoido.
Que la ciudad haya resultado desde tiempo inmemorial tan atractiva para el séptimo arte es un hecho cuya primera explicación habría que pedírsela a sus mismos inventores, los hermanos Lumière. Uno de ellos estuvo aquí para presentar su artefacto, en el edificio de una célebre librería de la calle Sierpes. Eso a comienzos del siglo pasado. Porque hace apenas unas semanas una delegación de Bollywood estuvo aquí husmeando localizaciones que llevarse al objetivo: Y lo hicieron con nuestra guía bajo el brazo, asegura su autor. Si hay libros turísticos sobre arquitectura, tejados, fantasmas y ovnis, ¿por qué no iba a existir uno sobre cine? La tematización es favorable, todo turista puede acabar combinando su visita con la afición que más le guste.
El Alcázar, la Plaza de España y la Casa de Pilatos se alzan en el podio de los espacios más filmados. Volver a recorrerlos y sentir las presencias en ellos de Peter OToole, Omar Shariff, Sigourney Weaver, Natalie Portman, Vittorio de Sica o Viggo Mortensen es ahora una opción a su alcance.
