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Reflexionar sobre el Sida

El mundo entero dedica el día de hoy a reflexionar sobre los peligros y la evolución del síndrome VIH, conocido en la calle como Sida. 33 millones de personas padecen la dolencia en todo el planeta y aunque en los países más avanzados se ha logrado estabilizar en cierta medida, en el Tercer Mundo sigue siendo una de las principales causas de muerte.

el 14 sep 2009 / 20:55 h.

El mundo entero dedica el día de hoy a reflexionar sobre los peligros y la evolución del síndrome VIH, conocido en la calle como Sida. 33 millones de personas padecen la dolencia en todo el planeta y aunque en los países más avanzados se ha logrado estabilizar en cierta medida, en el Tercer Mundo sigue siendo una de las principales causas de muerte. En una jornada como la de hoy es obligado proclamar alto y claro que la prevención es la medicina más eficaz también contra esta enfermedad. Porque el análisis de ese concepto en España es realmente alarmante. Nada menos que un 30% de los cerca de 130.000 españoles que padecen la infección ni siquiera lo saben. Una realidad muy peligrosa.

Sobretodo cuando el contagio en relaciones heterosexuales está ganando ya al provocado por las jeringuillas compartidas o las relaciones homosexuales. En Andalucía el contagio a través de agujas todavía va por delante pero será por poco tiempo si la enfermedad evoluciona como lo está haciendo.

Es precisamente entre la población heterosexual -menos mentalizada del peligro- donde se deben volcar administraciones y médicos para concienciar de una vez sobre el peligro del Sida. Y el riesgo se acentúa todavía más en los jóvenes. El papel de la mujer tiene que ser fundamental también en este caso. Debe ser ella la que obligue a su compañero sexual a adoptar precauciones y no dejar esa decisión en manos de éste exclusivamente. Porque los estudios aseguran que se está detectando "una apatía y un cansancio del empleo del preservativo". Precisamente el elemento que más blinda contra la infección. Es necesario autoprotegerse y la administración sanitaria tendrá que implicar más a los médicos de cabecera, aquéllos que están más cerca de los ciudadanos, para que alerten sobre las prácticas sexuales de riesgo y contribuyan a desmitificar los test del Sida. Ya hace mucho tiempo que está enfermedad pasó a ser un problema de todos porque nadie está libre de ella si no toma precauciones.

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