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Refundar con sentido

Es conocido. En torno a la cincuentena las personas suelen darle la vuela a la cabeza, hacen balances de lo que ha sido su vida hasta ese momento y de lo que quisieran cambiar. Sienten que están pasando una frontera invisible, desde luego optimista, de encontrarse en la mitad de su existencia y suelen entran en crisis.

el 15 sep 2009 / 17:23 h.

Es conocido. En torno a la cincuentena las personas suelen darle la vuela a la cabeza, hacen balances de lo que ha sido su vida hasta ese momento y de lo que quisieran cambiar. Sienten que están pasando una frontera invisible, desde luego optimista, de encontrarse en la mitad de su existencia y suelen entran en crisis.

Entonces no son inusuales decisiones poco meditadas que ponen su mundo patas arriba, y cambian, no siempre para mejor. Se ponen a refundar, pero olvidan que ello debería suponer, como dice la Real Academia Española, volver a " establecer, crear, apoyar algo con motivos y razones eficaces o con discursos". Vamos, que por muy necesario que sea el cambio, para que sea hacia delante no conviene "tirarse a la piscina" sin evaluar la situación y sin conocer la profundidad del charco.

Como se ve, la necesidad de refundar no se la ha inventado Sarkozy, que ha conseguido un acuerdo de la Unión Europea para la refundación del capitalismo, como tampoco se ha inventado el riesgo de hacerlo sin "establecer, crear, apoyar algo con motivos y razones eficaces ", es decir, acudir a Estados Unidos sin saber para qué.

Ante la crisis existencial del capitalismo la reflexión es urgente pero, como advirtió en Sevilla Felipe González, que también hizo sus refundaciones, no caben las ocurrencias.

Esta crisis parece la caída del muro del capitalismo, pero no sabemos dónde nos lleva. El mercado ha acudido a los Estados y estos han abierto un paraguas protector poco fiable con un temporal. La izquierda que ha estado absorta en permanente refundación, tendrá que demostrar que tiene alternativas y poner a prueba su poder de influencia. En Europa sólo España y Reino Unido tienen gobiernos socialdemócratas y más a la izquierda hay un desierto. En el caso de nuestro país asistimos a la autoaniquiliación de IU. De ahí que la presencia de Zapatero sea más que un capricho.

Pero, además, en este momento crítico, la ciudadanía también debería refundar su papel recuperando la fuerza reivindicativa y de compromiso perdida. Porque los refundadores no se tirarán a la piscina solos, nos llevan a todos con ellos.

Periodista

opinion@correoandalucia.es

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