Finalmente llegan 45 niños, cuatro menos que la campaña pasada. Eso sí, es una cifra que, dada la crisis, no está nada mal porque las familias tienen que hacer un esfuerzo para hacerse cargo de estos menores. Este año incorporan 16 niños nuevos al programa y, según la presidenta de la asociación, Marisol Ruiz, no están teniendo ningún problema de adaptación por lo general.
El avión de vuelta al campamento del Sahara, y por tanto a la realidad, saldrá el 20 o el 21 de agosto.