Había que decidirse, quedarse en casa viendo Eurovisión o acercarse hasta la Cartuja a celebrar el fin de fiesta de Territorios. Y hubo quien no tuvo dudas y quien compaginó las dos tareas. Gran afluencia de público, muy variado y no solo lleno de fieles incondicionales, que se congregó en torno a la estrella pop de la noche, Fangoria, y que provocó que las canciones más celebradas fueran sus grandes éxitos de los ochenta, que absolutamente nadie pudo escuchar sin bailarlos y corearlos.
Territorios vivió ayer la segunda y última noche de esta edición. J.M. Espino (Atese)
La explanada del escenario 1 se abarrotó para ver un espectáculo intenso pero reducido en su formato si lo comparamos con el despliegue de su última gira. Se impuso la austeridad. Imperó el cuero, el color negro, las coreografías del cuerpo de baile que acompañaron a Alaska en la mayoría de canciones, con cambio de vestuario incluido. El grupo no quiso dejar de hacer un guiño a su gran ídolo recientemente fallecido, Sara Montiel, en el que fue su estreno festivalero. En el tema Absolutamente, en cuyo videoclip participó la actriz y cantante, cambiaron la letra y en lugar de decir poner una vela a San Sebastián, se la dedicaron a ella con gesto mirando al cielo.
Territorios vivió ayer la segunda y última noche de esta edición. J.M. Espino (Atese)
Fangoria, una de las apuestas más atractivas de la noche, supo atrapar a un público heterogéneo alternando las canciones de su último trabajo Cuatricromía, del que se quedaron temas en el tintero, tal vez por el formato de festival, con sus grandes éxitos revisados. Aun así, fue una hora y media de disfrute ininterrumpido con un sonido que no defraudó. Los momentos más intensos se vivieron con Bailando, Cómo pudiste hacerme esto a mí y Ni tú ni nadie.
A pesar de la expectacion, no fueron los únicos que consiguieron arrastrar público. En la antesala había otro plato fuerte. Los sevillanos Tote King & Shotta, integrado por Manuel González Rodríguez y por su hermano Ignacio, disfrutaron actuando en su casa y ante su público, que se entregó desde el primer momento. En el segundo escenario, tras un Fuel Fandango que enganchó al auditorio con sus sonidos de fusión de tintes electrónicos, le siguió el grupo de hip hop Mala Juntera. Uno de sus componentes cumplía 36 años y lo celebró a lo grande cuando sus fans le sorprendieron cantándole el cumpleaños feliz. De regalo, le lanzaron una camiseta y un sujetador, y ese momento fue la excusa perfecta para rendir una serie de homenajes a raperos que han sido referencia para ellos y que hicieron las delicias de sus seguidores. Ya al cierre de una larga jornada, en la que se acusaba también el cansancio y el frío ya bien entrada la madrugada, se encargaron de subir la temperatura 2manydjs, en la que los hermanos David y Stephen Dewaele dieron prueba de su maestría remezclando.
