Local

Regreso al mundo del ordenador

Si ya su antecesora lograba cautivar la imaginación con unos efectos visuales revolucionarios para la época, esta ‘Tron Legacy’ (filmada en 3D) promete emociones muy fuertes para los amantes del cine fantástico plagado de trucos digitales.

el 16 dic 2010 / 16:25 h.

TAGS:

La década que supuso el despertar de la era digital fue, al igual que la que termina en unos días, prolífica en filmes que, veinte años después, son recordados como hitos importantes en la historia del cine, y no tanto por su capital importancia en el desarrollo de esta apasionante disciplina que es el séptimo arte, sino por formar un heterogéneo grupo de cintas que son parte de la iconografía de toda una generación.

Pero más allá de las diferentes sagas que jalonaron los ochenta (La guerra de las galaxias, Indiana Jones o Regreso al futuro) y han marcado pautas en esta primera del siglo XXI (El señor de los anillos, Matrix, Harry Potter o Piratas del Caribe), cuando hablo de las cintas que marcaron una generación me refiero a aquellas que permanecen en nuestra memoria como momentos irrepetibles de nuestra infancia, llaménse estos E.T., Los Goonies, Willow, Krull, Karate Kid o, cómo no, Tron.

Auténtica revolución en las formas de hacer cine que hasta entonces habíamos visto, Tron fue una de las apuestas más arriesgadas de la Disney a principios de los años 80, una apuesta que no fue comprendida por muchos (los adultos de aquel entonces que no veían con buenos ojos a esos cacharros llamados computadoras arremetieron contra ella por lo ininteligible de mucho de su discurso, plagado de cháchara tecnológica) pero que fue abrazada por unos chavales maravillados por la alucinante estética visual de una película que, en su mayor parte, se desarrollaba dentro de un mundo informático totalmente desconocido para nosotros y en el que había carreras de motos o de luz, luchas con frisbies letales y toda una imaginería que muy pronto provocaría el elevar a la categoría de culto tan visionario filme.

Es por ello que, desde entonces, muchas son las voces que han clamado una y otra vez y año tras año por una nueva incursión en aquel fantástico mundo que Tron nos mostraba; unas súplicas que por fin han obtenido respuesta y se han materializado en esta Tron legacy que se estrena mañana en los cines de medio mundo (con su inevitable versión 3D en aquellos cines que cuenten con salas adaptadas).

La cinta, que vuelve a contar con Jeff Bridges (y en un pequeño papel con el Tron original, Bruce Boxleitner) sigue en esta ocasión al hijo del primero, un Sam Flynn (Garrett Hedlund) experto en tecnología que, a sus 27 años, está obsesionado por la misteriosa desaparición de su padre Kevin Flynn, un hombre conocido una vez como el mejor desarrollador de videojuegos del mundo.

Cuando Sam investiga una extraña señal enviada desde la antigua sala de juegos de su padre (Flynn’s Arcade) y que sólo podía proceder de él, se encontrará metido en el mismo mundo digital donde su padre estuvo atrapado los últimos 20 años. Junto a la intrépida guerrera Quorra (Olivia Wilde), padre e hijo se embarcarán en una aventura a vida o muerte a través de un ciberuniverso creado por Kevin que se ha convertido en mucho más avanzado con vehículos nunca antes imaginados, armas, paisajes y un villano despiadado que no se detendrá ante nada para evitar su huida.

  • 1