Menú
Local

Regreso al pasado

La destitución de Manuel Zelaya hizo regresar a este país a una etapa que ya se creía superada, la de los golpes de Estado que marcaron a su débil democracia en los años 50, 60 y 70 del siglo pasado.

el 16 sep 2009 / 04:59 h.

TAGS:

La destitución de Manuel Zelaya hizo regresar a este país a una etapa que ya se creía superada, la de los golpes de Estado que marcaron a su débil democracia en los años 50, 60 y 70 del siglo pasado.

El detonante que originó la separación de Zelaya fue una consulta popular orientada a una Asamblea Constituyente y reformar la actual carta magna, que data de 1982, cuando los militares entregaron el poder a los civiles. La consulta era una iniciativa de Zelaya que, sectores de la oposición y la empresa privada, entre otros, aseguran que lo que pretendía era el continuismo.

La única diferencia entre los golpes del siglo pasado y el de ahora, es que los militares se quedaron con el poder, mientras que Zelaya, aunque depuesto por los uniformados, fue sustituido por uno de sus correligionarios del gobernante Partido Liberal, Roberto Micheletti, hasta el pasado domingo presidente del Parlamento. Quizá por eso un periodista de una radio capitalina dijo que el país estaba ante "un golpe poco tradicional", destacando que todas las instituciones estaban trabajando y no era un militar el que estaba en el poder.

Zelaya no desistió en su proyecto de la consulta a pesar de que organismos como el Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia, resolvieron que era ilegal. El golpe contra Zelaya se dio igual que los del pasado, de madrugada y, por primera vez, la alerta la dio un medio estatal.

Honduras retornó al orden constitucional en 1982, cuando los militares entregaron el poder a Roberto Suazo Córdova, del Partido Liberal, después de dos décadas. En 1982 los hondureños creían que los golpes de Estado difícilmente se podrían repetir, por la lucha política de diversos sectores y la presión internacional para que los militares regresaran a los cuarteles, dejando una estela de corrupción y violaciones a los derechos humanos.

  • 1